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domingo, 26 de noviembre de 2017

La evolución del cerebro humano al descubierto

Por javier91

Los cerebros de algunos monos y lémures no consumen menos energía que los humanos, lo que pone en cuestión que la hipótesis de que la evolución humana fuera condicionada por el crecimiento cerebral, informa el portal científico Eurekalert en referencia a los trabajos de la Universidad de Duke (EEUU). Aunque el tamaño del cerebro humano constituye solo el 2% del peso corporal total, consume más del 25% de nuestra energía básica. "En este sentido, no somos únicos. Y esto desafía uno de los principales dogmas de los estudios de la evolución humana", afirma Doug Boyer, profesor asistente de antropología evolutiva de la Universidad de Duke (EEUU).

El cerebro humano moderno es el resultado de la evolución, relativamente rápida y constante, desde los primeros homínidos hasta el Homo sapiens sapiens. Se ha corroborado que esta evolución ha sido favorecida por otros avances de partes corporales entre las que destacan el pulgar oponible (prensible) y el bipedismo. El cerebro humano tal y como lo conocemos actualmente ha sufrido un proceso de evolución de 2.5 millones de años desde nuestro ancestro más primitivo. Se considera que empezó a aumentar notablemente de tamaño en el Australopitecus africanus - posible predecesor de nuestro género con un volumen cerebral de aproximadamente 500 centímetros cúbicos - y lo hizo a un ritmo estimado de 150.000 neuronas por generación. ese a tener una estatura similar a la del chimpancé, los cerebros de estos individuos empezaron a presentar volúmenes encefálicos significativamente superiores. Por su parte, los primeros miembros del género Homo mostraban una mediana de 700 centímetros cuadrados y evolucionaron de manera gradual y casi lineal - sin baches - hasta llegar a los 1.400 centímetros cúbicos del Homo sapiens actual.

A lo largo de nuestra evolución las mejoras en el cerebro y el cuerpo se han complementado recíprocamente: cuando una avanzaba, ésta impulsaba la mejora de la otra siguiendo un ciclo de retroalmientación positiva. De esta forma, pararse de pie fue uno de los primeros hechos trascendentales de la humanidad y está constatado que esto sucedió antes de la aparición de los pulgares prensiles, la habilidad de fabricar herramientas o el desarrollo del lenguaje.

En su estudio, los científicos utilizaron los datos sobre la función cerebral de personas, así como ratones, ratas, ardillas, conejos, lémures, monos y otros animales. Los científicos descubrieron que el cerebro del hombre consume diariamente (solo para mantener la respiración y la digestión de los alimentos) al menos el doble de calorías que el cerebro del chimpancé, y por lo menos entre tres y cinco veces más energía que el cerebro de un conejo o una ardilla. Sin embargo, resultó que algunos otros animales, entre ellos varios monos e incluso lémures y tupayas, tienen un sistema nervioso tan 'comilón' como el de los seres humanos.