La fuerza física y mental de los Celtics de Boston
Los Celtics de Boston se han convertido en el mejor equipo de la NBA esta temporada. Las expectativas iniciales eran enormes con esta franquicia, después de los movimientos realizados por los ejecutivos que incluyeron la llegada de Kyrie Irving y de Gordon Hayward; sin embargo, en el partido inaugural, frente a los archirrivales de la Conferencia Este, los Cavaliers de Cleveland, Hayward sufrió un durísima lesión que lo apartará toda la campaña. A pesar de esta devastadora noticia y de comenzar con un balance de 0 y 2, los Celtics han logrado reponerse e hilvanar una espectacular racha de victorias que ratifican su posición de favorito a discutir la corona esta campaña.
En la temporada 2016-17, los Celtics de Boston sorprendieron al finalizar con el mejor récord de la Conferencia Este, por delante de los súper favoritos Cavs. No hubo sorpresas en los playoff y estos equipos se enfrentaron en pos de un boleto a las Finales de la NBA. Muchos esperaban una serie muy cerrada; sin embargo, la lesión de Isaiah Thomas y el formidable juego colectivo de Cleveland acabó con cualquier intento de Boston. Después de este descalabro, los ejecutivos de los Celtics decidieron que era el momento oportuno de cambiar parte del talento joven acumulado por grandes estrellas y, además, abrieron en grande la billetera.
La contratación de Gordon Hayward proveniente de los Jazz de Utah fue vista como un acertado movimiento que fortalecería al equipo dirigido por Brad Stevens. Luego vino la mayor sorpresa del verano: el gerente Danny Ainge cambió al lesionado Thomas y otros tres jugadores por Kyrie Irving, quien había exigido su traspaso. ¿Decisión correcta? No pocos fanáticos de los Celtics se rasgaron las ropas por esto, pero, en realidad, si analizamos el escenario ahora parece una jugada maestra.
La NBA decidió que en la jornada inaugural de la campaña 2017-18 se enfrentaran los dos principales candidatos a la corona en el Este. El regreso de Irving a Quicken Loans Arena fue ampliamente publicitado y muchos esperaban grandes abucheos para el base que estuvo seis años en esa franquicia. En realidad no los hubo. Las esperanzas de los Celtics parecieron tocar suelo cuando, en una desafortunada jugada, Hayward cayó mal y sufrió la fractura del tobillo. Salió en camilla, luego vino la intervención quirúrgica y la certeza de que no regresaría a las canchas, al menos esta temporada.
Los Celtics quedaron en shock y perdieron dos partidos consecutivos. De inmediato saltaron las dudas y cuestionamientos sobre las reales posibilidades del equipo. ¿Podrían recuperarse? Tres semanas después, la respuesta ha sido muy convincente: 14 victorias consecutivas, una de ellas sobre el mejor del Oeste, los Warriors de Golden State. En este período, los Celtics han tenido ausencias, aunque no prolongadas, de Al Horford, de Marcus Morris y de Irving, quien recibió un fortísimo golpe de un compañero que lo ha obligado a utilizar una máscara de protección en su rostro. Además, su ofensiva clasifica como una de las peores en la NBA: ocupa el lugar 24 entre los 30 equipos en promedio de puntos por partido (“solo” 102) y el porcentaje colectivo de aciertos de tiros es de apenas el 42,7%, que lo ubica en el puesto 27. Entonces, ¿cómo entender que Celtics sea el equipo con mejor récord en la liga?
Dos elementos explican los 14 triunfos en línea: la férrea defensa implantada por Stevens y el juego en equipo, sin depender en demasía de una sola estrella. Boston ha tenido el mejor rendimiento defensivo de la NBA y es uno de los más destacados en la captura de rebotes. Además, los Celtics se las han arreglado para contener a los tiradores rivales. Por ejemplo, Stephen Curry solo anotó 3 de los 14 disparos intentados en el juego en el TD Garden, Carmelo Anthony se fue de 17-3; Kristaps Porzingis de 14-3; Kemba Walker de 19-5 y Russell Westbrook de 20-7.
Si analizamos los números ofensivos de Boston encontramos que solo Irving promedia más de 20 puntos por partido (20,3); sin embargo, otros cuatro jugadores logran, cada juego, 10 o más puntos: Al Horford (15,5), Jaylen Brown (15,1), Jayson Tatum (13,9), Marcus Morris (13,4) , mientras, Marcus Smart se acerca a esa cifra, con 9. Por tanto, los Celtics mueven bien el balón y al no tener una dependencia de Irving, esto les permite diversificar el ataque y los resultados, hasta ahora, han sido muy buenos.
¿Podrán los Celtics mantener este ritmo hasta el final? La gerencia preparó un equipo para el que solo vale una boleto a la discusión del título; pero para lograr esto tendrán que dejar en el camino a los Cavs y ya sabemos cuán difícil es esto.
