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sábado, 25 de noviembre de 2017

La gastronomía china busca inversión

Por Elizabeth Almeida

Dos factores principales deben regir a las empresas occidentales al vender productos alimentarios en el mercado chino. En primer lugar, es fundamental conocer el significado cultural de la comida para los habitantes del país asiático. En este sentido, nos referimos a una actividad social importante, motivo por el cual, pese a las marcadas diferencias entre la cocina occidental y la asiática, cada vez se encuentran más ciudadanos chinos que desean que en sus mesas se encuentren productos extranjeros como una señal de cierto prestigio. El vino de uvas, el aceite de oliva y el jamón ibérico, en el caso español, son los ejemplos más claros.

 

Explorar nuevos y potenciales mercados es una posibilidad enorme en el mundo empresarial, pero para ello es importante conocer que esperan nuestros socios de nosotros. China se presenta como un socio de negocios imponente para numerosas empresas occidentales, sin embargo es fundamental entender un poco de su cultura y tradiciones para consolidar una relación comercial exitosa.

Dos factores principales deben regir a las empresas occidentales al vender productos alimentarios en el mercado chino. En primer lugar, es fundamental conocer el significado cultural de la comida para los habitantes del país asiático. En este sentido, nos referimos a una actividad social importante, motivo por el cual, pese a las marcadas diferencias entre la cocina occidental y la asiática, cada vez se encuentran más ciudadanos chinos que desean que en sus mesas se encuentren productos extranjeros como una señal de cierto prestigio. El vino de uvas, el aceite de oliva y el jamón ibérico, en el caso español, son los ejemplos más claros.

Las rápidas y constantes mejoras en las condiciones económicas de la mayor parte de la población favorecen la compra de variados alimentos extranjeros a pesar de su elevado precio. Esta tendencia explica en gran medida el crecimiento paralelo del mercado interno de alimentos orgánicos.

La toma de conciencia por parte de los ciudadanos chinos de la importancia de llevar una alimentación más sana favorece, también, la entrada en el mercado de varias marcas europeas de productos orgánicos, que gozan de prestigio entre los consumidores asiáticos.

Las empresas europeas también deben estar muy al corriente de la legislación china en materia alimenticia. La llamada Ley de Seguridad Alimentaria, que entró en vigor en octubre del 2015, es bastante escrupulosa en cuanto al etiquetado correcto de los productos, el proceso de elaboración y los aditivos que se empleen. Lo más aconsejable para no perderse en el complicado entramado normativo es recurrir al asesoramiento de profesionales expertos en esa materia.

Si quieres abrirte paso al mundo de la gastronomía china debes conocer que la sucesión de platos tal y como se conoce en los países occidentales es completamente sustituida por la búsqueda del equilibrio entre los cinco sabores básicos.

Debido a ello, los platos con sabor exclusivamente dulce sólo se brindan al final de los grandes festines dados. La vista también juega un papel muy importante en la presentación de los platos ya que algunos platos se sirven con fines terapéuticos, como los famosos nidos de golondrinas o las aletas de tiburones que son ingredientes bastante insípidos.

El movimiento vegetariano en china es prácticamente nulo y, si existe, suele ser de origen budista. Muchas de las verduras que se consumen en la cocina china no se sirven nunca crudas debido a que tradicionalmente se empleaban las deposiciones humanas como abono.

El té es la bebida más consumida en los hogares de China. Tradicionalmente, la cerveza y el alcohol de arroz solo se consumían en celebraciones y fiestas. En las comidas de todos los días, no se sirven bebidas alcohólicas y los comensales se quitan la sed con sopas y caldos. La cocina tradicional china no utiliza la leche debido a la intolerancia a la lactosa, que es bastante frecuente en muchos países asiáticos.

Los postres son menos típicos en la cocina china que en las gastronomías de occidente. Normalmente los postres son platos dulces, la mayoría de ellos fritos que incorporan la pasta de judía roja.

El tofu es un invento chino. Constituye la base principal de una decena de alimentos que se consumen frecuentemente debido a su precio bastante económico. El tofu se consume acompañado por féculas: en el sur de China se acompaña de arroz al vapor sin otro añadido y en el norte se consume con pasta, crêpes o panes de harina de trigo cocidos al vapor.