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martes, 7 de noviembre de 2017

La violación, "un deber patriótico y nacional" en Egipto

Por Diana Lorenzo

Una indignante noticia movió recientemente las redes sociales. Se trata de la declaración ofrecida por el abogado egipcio Nabih al Wahsh, en entrevista realizada por la cadena televisiva local Al Assema (Dubái). Según alega el conservador letrado, el uso de prendas provocadoras o rasgadas justifica a los hombres que cometen violaciones o acosen sexualmente a las mujeres actualmente.

Este acontecimiento tuvo lugar cuando en medio de un debate sobre las legislaciones aprobadas por el proyecto de ley sobre la prostitución. El prepotente abogado adjudicó como deber patriótico el acto de acosar mujeres sexualmente y deber nacional, el hecho de violarlas. En un instante de su intervención preguntó a la audiencia:“¿Aceptarían que una chica caminara en la calle enseñando la mitad de su cadera?

De acuerdo con informes publicados por The Independent, los criterios expresados por Al Wahsh han generado fuertes críticas y repudio a nivel nacional. Por su parte, el Consejo Nacional de Mujeres de Egipto estableció un comunicado que informaba su desacuerdo y desprecio ante las palabras pronunciadas por el abogado en los medios. El organismo femenil ha solicitado también que se reflexione sobre las duras palabras del abogado, instando a los demás canales de televisión a no invitar a sus programas a figuras polémicas, para evitar que se produzcan comentarios que inciten a la violencia contra las mujeres.

La situación de la mujer egipcia se hace cada vez más compleja. Egipto se ha transformado en escenario del mercadeo sexual para los turistas adinerados procedentes del Golfo. Menores de edad, preferiblemente blancas y vírgenes, son vendidas por su propia familia a un matrimonio que generalmente dura lo que la estancia del turista en el país. Las bodas se realizan a través de un contrato privado que nunca termina en el registro civil, pero tiene validez legal y está aceptado por el islam. Luego, la joven regresa marcada socialmente a su hogar, en una sociedad que reprueba duramente el divorcio. Nombran matrimonio a un proceso que es claramente prostitución infantil. Resulta una manera de sortear la ley, que prohíbe las relaciones sexuales sin estar casados.

El mencionado proyecto de ley que dio pie a las declaraciones de al Wahsh, propone además que los medios de comunicación no aludan de forma alguna a las personas homosexuales, bisexuales o transexuales, siempre que no sea para resaltar que son actitudes que violan el «orden natural». En este sentido agrega además que “cualquier persona que se dedique a la homosexualidad en un lugar público o privado debe ser objeto de una acción punitiva”.