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jueves, 23 de noviembre de 2017

Las bicicletas “toman” el mundo

Por Marta A.

La tradicional imagen de numerosos asiáticos andando en bicicleta podría convertirse en una escena más que cotidiana también en el mundo occidental, con la irrupción de varias compañías que ofrecen el servicio de bicicletas compartidas como una opción para el transporte urbano, que es además amigable con el medio ambiente.

 

En China esta es hoy una tendencia en crecimiento, de la mano de compañías como Mobike, que acaba de lanzar este producto en Berlín.

La capital alemana se convierte así en la ciudad número 200 alrededor del mundo donde la compañía china ha anclado con su innovadora propuesta: esto es un servicio de bicicletas compartidas para realizar viajes cortos urbanos, en cualquier momento, a cualquier destino de estacionamiento legal, combinando la innovación y la tecnología del Internet de las cosas.

Su funcionamiento es bien sencillo: por el pago de una cuota mensual y con la aplicación necesaria en el teléfono, los usuarios pueden desbloquear las bicicletas disponibles en la ciudad y trasladarse con ellas a cualquier punto de esta. Luego deberán dejar las mismas en un área autorizada de parqueo y cerrar el candado, de modo que quede disponible para próximos clientes.

El éxito de este servicio ha sido tan grande en China, que en solo dos años Mobike se ha expandido hacia los mercados asiáticos, europeos y estadounidense; y de acuerdo con declaraciones de directivos de la empresa, se espera que próximamente llegue al púbico latinoamericano. Más de 20 millones de bicicletas de la compañía se encuentran en funcionamiento en diferentes ciudades del mundo, las cuales son cuidadosamente estudiadas, pues deben reunir condiciones para la circulación de las mismas.

En Beijing, la capital del gigante asiático, este servicio ha sido muy bien acogido debido a varias razones, entre ellas la posibilidad que ofrece de realizar ejercicios físicos y por el consecuente beneficio medioambiental, pues al no usarse los vehículos de motor es mucho menor la emanación de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Para los chinos la contaminación medioambiental es un serio problema y del mismo ocurre en otras ciudades desarrolladas o ampliamente pobladas, a las cuales se les suman las complicaciones del tráfico.