Las empresas se siguen yendo de Cataluña
Ante la difícil situación política en Cataluña, la economía y el mundo empresarial están seriamente afectados. La inseguridad en el mercado ha provocado que no pocas empresas hayan decidido abandonar su sede catalana para llevarlas a otras regiones españolas, y las cifras son realmente alarmantes; por ejemplo, en tan solo la primera quincena de este mes de noviembre, unas 459 empresas se han visto en la necesidad de irse para otros lugares.
El Colegio de Registradores Mercantiles de España ha estudiado y llevado la estadística del fenómeno, por eso puede asegurar que, desde el dos de octubre al día diez de este mes, 2 441 empresas han mudado su sede social ubicada en Cataluña, y el punto neurálgico de estos abandonos fue a partir del ilegal referéndum del primero de octubre pasado. Desde entonces cada semana cientos de sociedades han sido cerradas en la comunidad autónoma, por tanto es una situación aún más desestabilizadora que perjudicará seriamente la economía catalana, y por consiguiente a la española; y si esto continúa sus efectos podrían ser irreversibles a corto plazo. A este ritmo, Cataluña pudiera quedarse sin sustento económico.
Este fenómeno empresarial indica la gravedad del asunto, y de lo mal acompañada que estaría la independización de Cataluña, si sucediera. Quiere decir, una vez más, que el proceso impulsado por Carles Puigdemont no ha sido bien pensado, ni organizado, y ni siquiera cuenta con la anuencia de toda su comunidad, o de los puntos clave de ella, tal y como han querido hacer ver.
Lo alarmante es que, a pesar de los claros indicios y el vacío en el mercado que evidentemente se tiene que notar, aún la idea de división tenga defensores que aboguen por una separación ilegal por encima de cualquier asunto, sin tener en cuenta que un país necesita, mínimo, organización y recursos para funcionar adecuadamente y no dejar desamparado a sus pobladores. ¿Cómo supuestamente se plantearía un gobierno así salir de una crisis de esa magnitud sin apoyo de mercado? ¿De qué maneras Carles Puigdemont se valdría para sustentar a esa gran comunidad autónoma que es Cataluña?
Algunas de las empresas que han abandonado Cataluña son realmente grandes corporaciones, y entre ellas se pueden mencionar como Aguas de Barcelona, CaixaBank, Catalana Occidente, Sabadell, Planeta, Gas Natural, Cellnex, Applus, Bimbo, e Idilia Foods.
Aunque esta situación se viene dando desde hace varias semanas y ha sido más o menos constante, tuvo su mayor expresión en octubre, y según las estadísticas, ha tenido un descenso que los expertos sugieren que puede estar asociado con la entrada en vigor de las medidas del artículo 155, así como la convocatoria de elecciones para el 21 de diciembre, y los llamados del Gobierno de Mariano Rajoy para que las empresas no abandonen Cataluña.
Entonces, si en un principio la economía de Cataluña era su fuerte y representaba poco menos del 20 por ciento de la economía española con solo tres sectores: la agricultura, la industria y los servicios; esto puede cambiar drásticamente, y afectar al crecimiento tanto de la comunidad como de España para el ya tan cercano 2018. Antes de la debacle, la economía catalana suponía la cuarta parte de la producción industrial y de las exportaciones de toda España, es por eso que los entendidos en el tema afirman que pudo experimentar un considerable crecimiento, pero auguran que la actual situación generará una disminución en el PIB para el próximo año. El Fondo Monetario Internacional, FMI, advirtió desde octubre que a futuro si se prolongan las tensiones, pudiera tener un peso importante sobre la confianza y las decisiones de inversión.
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