Las Kellys no quieren ser ninguneadas
Dentro del sector turístico hay quienes creen que su labor, que es esencial, está siendo subestimado: son quienes limpian las habitaciones de hotel, y que están denunciando condiciones cada vez más precarias, por un sueldo mísero. Reciben el nombre de "Las Kellys", una abreviatura de"las que limpian"y de acuerdo con Ángeles Muñoz, líder de la rama madrileña de Las Kellys, son todas mujeres, casi no hay hombres. Aunque trabajan en un sector que generó 147 mil millones de dólares el último año, lo que representa el 11 por ciento de la economía española, las mucamas denuncian que nunca recibieron salarios tan bajos, tuvieron más problemas de salud o fueron menos respetadas que en estos momentos.
El sector turístico en España espera que en 2017 se supere el récord del pasado año cuando hubo 76 millones de visitas extranjeras.Sin embargo no todo es buenas noticias. Dentro del sector turístico hay quienes creen que su labor, que es esencial, está siendo subestimado: son quienes limpian las habitaciones de hotel, y que están denunciando condiciones cada vez más precarias, por un sueldo mísero.
Reciben el nombre de "Las Kellys", una abreviatura de"las que limpian"y de acuerdo con Ángeles Muñoz, líder de la rama madrileña de Las Kellys, son todas mujeres, casi no hay hombres. Pese a que limpiar las habitaciones nunca fue un trabajo muy lucrativo, estas denuncian que una reforma laboral adoptada en España en 2012 las está afectando, al permitir que los hoteles contraten servicios de limpieza a empresas que no respetan los habituales estándares de la industria.
Aunque trabajan en un sector que generó 147 mil millones de dólares el último año, lo que representa el 11 por ciento de la economía española, las mucamas denuncian que nunca recibieron salarios tan bajos, tuvieron más problemas de salud o fueron menos respetadas que en estos momentos.
Como afirma Muñoz, sin habitaciones limpias, un hotel no tiene producto. Sin embargo, ellas son invisibles y eso a pesar de que representan el 30 por ciento del personal de un hotel, además asegura que, en su caso, dos cadenas de hoteles la pusieron en la lista negra a pesar de que trabaja hace 20 años.
Cuenta que muchas camareras de piso vienen de sectores muy vulnerables de la sociedad, incluyendo a inmigrantes y madres solteras y tienen miedo de exponerse y de sufrir represalias o no cobrar su sueldo.Hasta el 2012, las limpiadoras de habitaciones de hotel que trabajaban a tiempo completo en Madrid,cobraban unos mil 400 por mes por los convenios colectivos del sector.Pero la reforma laboral efectuada por el gobierno conservador legitimó la "externalización" de la limpieza de hoteles a empresas que pagan unos 950 dólares por turnos que supuestamente son de seis horas.
Sin embargo, como señala Muñoz, tienen que limpiar la misma cantidad de habitaciones que antes o más, unas 20 por turno, sin períodos de descanso y sin saber cuándo serán contratadas de nuevo. Añade que fuera de la capital, los sueldos son aún más bajos, unos 1,5 dólares por habitación.
Por su parte, desde Lanzarote, en Islas Canarias, Myriam Barros de Las Kellysafirma que allí los salarios pasaron de unos mil 650 dólares a la mitad, y que limpian en promedio 30 habitaciones por día. Lo que significa que pueden recibir tan poco como 1,5 dólares por habitación, y es el sueldo bruto, al que hay que descontar impuestos y deducciones.
Las Kellys reclaman,además de un salario digno, el derecho de jubilarse antes de los 67 años, en reconocimiento a las arduas tareas y las lesiones que sufren. Las mujeres realizan protestas alegres, que combinan con cancionesy trabajo detectivesco,enviando información yfotografías a los inspectores laborales, cuando sospechan de casos de abuso.
Sin embargo, lejos de mejorarles la vida, reclamar sus derechos puede hacer que su vida sea aún más difícil.En ese sentido, Barros afirma que fue golpeada por un guardia de seguridad mientras se manifestaba contra la tercerización de los servicios de limpieza en un hotel en la isla de Fuerteventura, a comienzos de año.
En ese sentido, Olga Romero está convencida de que ser parte de las Kelly le costó su trabajo como limpiadora a tiempo parcial en un complejo turístico en Las Palmas, Gran Canaria. Cuenta que estaba informando a las otras chicas sobre Las Kellys cuando la llamaron y le dijeron que estaba despedida. Añade no sentirse sorprendida y explica como primero trataron de intimidarla, dándole más trabajo y luego comenzaron a llamarla en sus días libres diciendo que había dejado trabajo sin hacer.Pero Las Kellys denunciaron al contratista a las autoridades de las Islas Canarias y los inspectores laborales establecieron que el contrato parcial de Romero y otras empleadas era fraudulento y debían ser contratadas a tiempo completo. Sin embargo, por el momento la empresa no ha cumplido con la orden.
Romero afirma que no extraña un trabajo en el que las mujeres tienen que limpiar 25 departamentos en turnos de hasta 10 horas, que formalmente deberían ser 6, y todo por mil 80 dólares por mes. Explica que a ese ritmo, las trabajadoras solo sirven durante 3 años, y es muy duro, pues las mantienen trabajando al límite por salarios de esclavo, que es como ellos hacen ganancias.
Por su parte, en cuanto a las demandas de Las Kellys, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) no dio declaraciones. Y Meliá Hotels International, cadena con la porción más grande del mercado español, señaló que respeta y cumple las leyes vigentes, tanto a nivel nacional como en términos de convenios colectivos.
Sin embargo, Antonio Catalán, presidente de AC Hotelsby Marriot, considera que la situación de las mucamas de hoteles es una tragedia causada por el abuso de leyes laborales, pues al sector le está yendo muy bien, por lo que no hay necesidad de hacer esto. Aclarando que su empresa no contrata los servicios de limpieza a terceros.
Mientras, Muñoz asegura que en la mayoría de hoteles, los reclamos por malas condiciones son rechazados. Explica que siempre les dicen lo mismo: 'Esto es así; si no te gusta, ahí está la puerta', pues los empleadores saben que con los niveles de desempleo en España, siempre hay personas en busca de trabajo.
