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lunes, 20 de noviembre de 2017

'Matar un ruiseñor' no se puede leer sin permiso

Por EvelynR

Indudablemente en la sociedad estadounidense persisten los problemas y la discriminación por cuestiones raciales, incluso con crímenes recientes a lo largo de estos años provocados por dichos prejuicios. Este tema es uno de los asuntos guía del libro de 1960 “Matar un ruiseñor”, de la escritora estadounidense Harper Lee. El texto fue ganador del Premio Pulitzer y la película homónima de 1962 obtuvo de varios Oscar.

En cuanto a su influencia, el crítico Joseph Crespino se refería a este al señalar que explicaba fue el libro más leído sobre el tema racial en Estados Unidos en el siglo XX, y su protagonista, Atticus Finch, es la imagen de ficción más duradera del heroísmo racial. De hecho, este se usa en las escuelas de países angloparlantes unido a lecciones sobre la tolerancia y que condenan los prejuicios.

Sin embargo, el texto ha sido también centro de campañas para que sea retirado de la escuela pública por el uso que hace de epítetos raciales. Además de que los estudiosos señalan que los personajes negros no se exploran completamente.

Precisamente, en días recientes esta ha sido la tónica que ha llegado a una de las escuelas en Mississippi, en Estados Unidos. Y es que a principios de este mes, The Sun Herald informó que las autoridades educativas retiraron la novela del plan de estudios del segundo curso de secundaria pues el lenguaje utilizado "incomoda a la gente".

En un correo al diario una lectora señalaba que la razón es el uso de la palabra "nigger", una forma insultante de la palabra negro. Yolanda Williams, madre de uno de los estudiantes, declaró en una reunión de la junta escolar que los estudiantes se estaban riendo a carcajadas por el uso de la palabra. Se preguntaba si "¿No hay una forma mejor de enseñar esos años y los horrores cometidos durante esos años que provocar las carcajadas en clase cuando se pronuncia la palabra en cuestión?", añadiendo que "No debería ser de lectura obligatoria para todos los estudiantes. Mi hijo no se tendría que sentar en una clase como esa".

En ese sentido, los estudiantes de secundaria de la ciudad de Biloxi, en el Estado de Mississippi, podrán leer la novela como parte de su programa escolar, pero solo con permiso de sus padres. Aunque ya no se exige la lectura del libro, este sigue disponible para los estudiantes según aclaró el superintendente de las escuelas públicas de Biloxi, Arthur McMillan.

The Sun Herald informó que Scott Powell, director de secundaria de Biloxi, escribió a los padres de los estudiantes de segundo de secundaria para informarles que a partir de ese momento los profesores ofrecerán a los estudiantes interesados participar en un estudio en profundidad de la novela durante clases programadas en horario escolar, así como en sesiones opcionales extraescolares. Los alumnos necesitarán una autorización firmada por un padre y un profesor, y a los que no quieran leerlo se les asignará un título alternativo.

Esta decisión en el colegio de Mississippi llega tras casos similares en Estados Unidos, pero de igual manera ha desencadenado protestas a nivel nacional. Jennifer Riley Collins, directora ejecutiva del American Civil Liberties Union (ACLU) de Mississippi, afirmó que en ese estado, en el que todavía hoy se sufren injusticias raciales y discriminación, es fundamental que los estudiantes tengan la oportunidad de enfrentarse a los temas que se presentan en el texto.

Además, en una carta de la Casa Museo Mark Twain en Hartford, Connecticut, a la junta escolar de Biloxi, se ofrece ayuda para la enseñanza de grandes libros con un lenguaje difícil y que abordan actitudes que pudieran parecer desfasadas en la actualidad. Y es que como reza la carta, la gran literatura nos incomoda, cambia nuestra forma de pensar, forzándonos a analizar nuestras posiciones.