Mazarro, detenida por su participación en una organización criminal
La detención de Mazarro responde particularmente a una petición de la Procuraduría General de la República de México enviada a la Guardia Civil hace unas dos semanas. Los agentes habían encontrado una primera pista de la fugitiva en la ciudad de Alicante, pero su rastro se dirigía posteriormente hacia Asturias. Finalmente fue descubierta en esa localidad. Mazarro, de unos 40 años de edad, está acusada de colaborar en las acciones delictivas de su esposo, que antes de dedicarse a los frecuentes secuestros extorsivos fundó en su país una verdadera organización en contra de la dictadura de Augusto Pinochet. En ese grupo, que se autodenominó Frente Patriótico Manuel Rodríguez, Escobar era conocido con el sobre nombre de comandante Emilio.
La Guardia Civil arrestó en la ciudad de Gijón a una fugitiva de nacionalidad española que era parte de una peligrosa organización criminal asentada en México y conocida por secuestrar a varios ricos y mantenerlos encerrados durante meses en ataúdes con música al máximo volumen hasta que sus familiares accedieran a pagar un rescate.
Según detalló una publicación de El Confidencial, Isabel Mazarro Gómez de Santiago, llegó a España hace unos pocos meses para buscar refugio luego de que su marido que también era el cabecilla de la banda, el ciudadano de origen chileno Raúl Julio Escobar Poblete, fuera arrestado el pasado 30 de mayo por la policía mexicana cuando intentaba acceder a uno de los rescates.
La detención de Mazarro responde particularmente a una petición de la Procuraduría General de la República de México enviada a la Guardia Civil hace unas dos semanas. Los agentes habían encontrado una primera pista de la fugitiva en la ciudad de Alicante, pero su rastro se dirigía posteriormente hacia Asturias. Finalmente fue descubierta en esa localidad.
Mazarro, de unos 40 años de edad, está acusada de colaborar en las acciones delictivas de su esposo, que antes de dedicarse a los frecuentes secuestros extorsivos fundó en su país una verdadera organización en contra de la dictadura de Augusto Pinochet. En ese grupo, que se autodenominó Frente Patriótico Manuel Rodríguez, Escobar era conocido con el sobre nombre de comandante Emilio.
Antes de ser detenido, el chileno llevaba varios años instalado en México utilizando el nombre falso de Ramón Alberto Guerra Valencia y haciéndose pasar por un empresario aunque su verdadero trabajo era el secuestro de posibles inversores y jubilados extranjeros. A uno de ellos, el hotelero Carlos Xavier Araiza Torres, lo mantuvo retenido durante 10 meses en un pequeño habitáculo de apenas nueve metros cuadrados, aunque gran parte de todo ese tiempo fue obligado a permanecer en un ataúd de madera. Para hacer más terrible la tortura, los cómplices de Mazarro le ponían música a todo volumen durante las 24 horas del día. Los investigadores lo vinculan con al menos cinco cautiverios más.
La primera acción de incidencia nacional del Frente Patriótico Manuel Rodríguez fue el secuestro del periodista derechista y subdirector del diario La Nación, Sebastiano Bertolone Galletti, en diciembre del año 1984.
Entre diciembre del 1983 y octubre del 1984, la organización ejecutó unas 1.889 acciones desestabilizadoras, algunas de ellas con una envergadura muy superior a las que hasta entonces había hecho la militancia comunista. En total, el grupo realizó unas 1.138 atentados con explosivos, unos 229 sabotajes, 36 atentados selectivos, 163 asaltos a mano armada y unos 47 sabotajes mayores.
Diversos integrantes del Frente que abandonaron la lucha armada gestaron su reorganización durante un período denominado Proceso de Discusión Interna , que desembocó en el Primer Congreso, celebrado en el año 2003. Sus principales lineamientos dieron vida a una actividad pública del frente, cuyos voceros se entrevistaron incluso con diversos medios de comunicación chilenos, como el propio periódico La Nación y la revista Punto Final.
El 27 de octubre del año 2006 el frente organizó en Santiago de Chile el encuentro internacional Proyecciones de la Lucha Revolucionaria en América Latina3 y generó gran polémica debido a la participación de varios grupos considerados terroristas. Diversos partidos políticos del país instaron al gobierno de la presidenta Michelle Bachelet a no autorizar la reunión, pero no lograron impedirla. Entre las organizaciones que se dieron cita en aquella oportunidad estaban el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, la Coordinadora Indígena Boliviana Pachakuti, el Movimiento Patriótico Revolucionario Quebracho, Fogoneros y el Partido Libre de Uruguay, Utopía Revolucionaria de Venezuela, el Ejército del Pueblo de Colombia y diversos grupos sudamericanos de reivindicación indigenista.
