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sábado, 11 de noviembre de 2017

Motivación y éxito, dos palabras que van de la mano

Por deltoro

Por alguna extraña razón, abundan las personas a quienes les gustan las películas de superhéroes, esas donde un personaje de la vida común, con un trabajo común y una familia común, de pronto muestra una nueva faceta, un rostro oculto que nadie conoce de él, su otra identidad y entonces este personaje muestra una fuerza extraordinaria, velocidad sin límite y cualidades morales tan grandes que lo hacen admirable para todos los demás. Un verdadero superhombre o súper mujer. Imágenes como las de “Superman” o “La Mujer Maravilla” parecen fascinar tanto a niños como adultos debido a que son capaces de hacer cosas extraordinarias, que la mayoría de la gente no haría.

Así es, un superhéroe posee esa gran cualidad de ir más allá de su propio interés y bienestar para actuar en beneficio de los demás. ¿Alguna vez has imaginado cómo sería si tú tuvieses la oportunidad de hacer algo similar? ¿De mostrar una fuerza o velocidad sin igual y utilizarlas para el beneficio de la sociedad? Pues déjame decirte que existe esa posibilidad. Dale un sentido. Cada fin semana se realizan en todo el mundo decenas de carreras y diferentes tipos de eventos competitivos con la finalidad de destinar sus fondos a apoyar alguna causa social importante: combatir el cáncer, reforestar un área verde, donar sangre o proveer alimentos a comunidades en riesgo.

Éstas son las famosas “carreras con causa”. Muchos de estos eventos son organizados por instituciones o empresas comprometidas fuertemente con el desarrollo de la sociedad y los celebran a través de alguno de sus programas de donaciones. Pero también existen eventos más pequeños realizados en tu localidad por padres de familia que intentan recaudar fondos para ayudar a algún pequeño en situación de emergencia o financiar las carreras deportivas de jóvenes talentosos. Tanto unos como los otros tienen la misma finalidad: trascender al bienestar del propio individuo para ayudar a quien más lo necesita, por lo que ambos eventos, pequeños y grandes, requieren igual cantidad de apoyo de todos nosotros. Si bien la diferencia fundamental entre ambos suele ser el total de inversión y recursos; ya que los eventos pequeños pueden no contar con patrocinadores u omitir la entrega de souvenirs (por ejemplo camisetas) o un premio en efectivo, lo los hace menos atractivos para los aspirantes a competir.

Pero en cualquier caso, las “carreras con causa” constituyen un importante medio para la adquisición de recursos que sustenten causas sociales y ayuden a grupos vulnerables o en proceso de desarrollo. Si no la habías considerado una opción o te desanima el hecho de que algunas de estas carreras no ofrezcan recompensa material para sus participantes, toma en cuenta los siguientes puntos la próxima vez que se presente una oportunidad: Las “carreras con causa” promueven el bienestar social: Así es, a menudo nos quejamos de que el gobierno no hace todo aquello que la sociedad necesita para su completo desarrollo. Sin embargo, el gobierno no es el único responsable del desarrollo social, sino también cada uno de nosotros en la medida en que somos productivos y contribuimos. Finalmente, conforme el país en general crece y su economía se compensa, de manera indirecta el beneficio resultante nos alcanza a todos nosotros.

Te dan la oportunidad de “refrescar” tu motivación: conforme los años pasan y nos hemos involucrado activamente en el deporte competitivo, los premios y las recompensas van mermando nuestra motivación real, de manera que el deporte se va convirtiendo gradualmente más en una fuente de recompensas materiales, que en una pasión. Todo esto va dañando nuestra motivación, al punto de que entrenar o competir se vuelve pesado. Pero en la medida en que recordamos las verdaderas y mejores razones por las cuales deberíamos entrenar, la motivación se “refresca”, se renueva y fortalece, dándonos más energía para seguir en el camino. Fortalece tus valores asociados con el deporte: éstos son simplemente los ideales, la parte más espiritual de tu vida. Todos necesitamos una espiritualidad, algo más allá de las cosas materiales o beneficios directos que puede traer para ti el deporte.

Enriquecer tu mundo espiritual te ayudará a crecer como persona y deportista, así que no dudes en tomar un tiempo especial para analizar cuáles son los valores más importantes para ti en el deporte y verás que, sin duda, el bienestar se encuentra dentro de esa hermosa lista. Desde luego el mismo puede incluirte a ti, pero también a la sociedad que te recibe y en donde vives. Permiten ser ejemplo para tus hijos/alumnos/familia: tus actos dicen mucho más que tus palabras, recuerda que en la medida en que tú reflejas los más altos valores morales, tus alumnos e hijos te observan y aprenden de tu más vivo ejemplo. Con ello reforzarás cada una de las palabras y lecciones que pretendes inculcar.

Algún día tú podrías ser beneficiario también: desde luego la vida puede ser un torbellino de contrariedades y tú o tu familia podrían encontrarse con la necesidad de ser beneficiarios de alguno de los programas sociales que apoyan estas causas. Desde ser receptor de sangre o recibir alguna beca deportiva para tus hijos; ninguno de nosotros se encuentra exento de estas posibilidades. Como ves, las “carreras con causa” son algo más que solo otra oportunidad de competir el fin de semana. Así que toma un tiempo para analizar con calma cuáles son las que se están ofertando en tu comunidad y cuáles de ellas se encuentran acordes a tus intereses. Tal vez ésta sea la oportunidad de convertirte en un héroe de la vida real utilizando tu súper fuerza o súper velocidad.