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lunes, 20 de noviembre de 2017

Mugabe no renuncia ni a la presidencia ni al Zanu-PF

Por Diana M.

Se esperaba que Robert Mugabe renunciara públicamente, a través de la televisión, a su presidencia en Zimbabue, cuando en realidad sorprendió a todos afirmando su compromiso con el poder y su permanencia en el cargo al menos hasta diciembre, cuando se realicen las elecciones de su Partido, Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (Zanu-PF).

La acción constituye un franco desafío al poder militar que desde el pasado miércoles lo mantiene cauto en su mansión presidencial, y alejado de la tutela del país, ahora en manos de su expulsado vicepresidente Emmerson Mnangagwa. Horas antes del anuncio de este domingo, el Zanu-Pf había destituido a Mugabe como líder del Partido, y le dio menos de 24 horas, hasta el lunes al mediodía (10:00 GMT), para renunciar al cargo presidencial. En caso de negarse, sería sometido a un juicio político.

En la propia jornada, paralelamente Mnangagwa era nombrado nuevo líder de Zanu-Pf y candidato de este partido para las elecciones generales a celebrarse en el año 2018. En el propio cónclave, Grace Mugabe, esposa del mandatario, era expulsada de las filas, junto a otros altos funcionarios del gobierno, miembros del llamado G-40, propulsores de su sucesión a la presidencia del país.

Durante su mensaje al mundo, Robert Mugabe reafirmó su estancia en ambos frentes, partido y presidencia. “El congreso del partido (Zanu-Pf) se realizará dentro de unas semanas y yo presidiré sus procesos”.

Y aunque reconoció algunas de las críticas que se le ha hecho a su gestión de presidente por parte del Zanu-Pf, el ejército y el público, el mandatario de 93 años no mencionó la posibilidad de renunciar. No queda claro para nadie qué ruta tomará ahora Zimbabue. El hecho es que los cargos de los partidos en el país surafricano se deciden oficialmente en sus congresos, por lo que Emmerson Mnangagwa podría tomar el control oficial de la nación en la reunión de Zanu-Pf.

Para algunos su actitud es la única forma que ha encontrado para intentar ganar tiempo, la pregunta es: ¿con qué objetivo? Hasta ahora no hay ninguna facción que se muestra abiertamente defensora del Presidente y su conyugue. La inquietud pública se acrecienta, un enfrentamiento peligrosamente impredecible pudiera estarse cocinando en Zimbabue.