Nace el primer bebé a partir de un óvulo automatizado
El primer bebé del mundo nacido a partir de una novedosa técnica como es la de un óvulo vitrificado de forma automatizada, conservado mediante criopreservación, vino al mundo en una clínica de Barcelona.
Según informó el Servicio de Medicina de la Reproducción de la clínica Dexeus Mujer, el bebé nació perfectamente sano, con unas 5 libras de peso y 18 pulgadas de altura, mediante el parto natural a las 37 semanas de gestación de la madre.
¿En qué consiste la vitrificación? Es un sistema de criopreservación ultrarrápido que reduce el tiempo y el riesgo de la formación de cristales de hielo, algo que, hasta la fecha, solo podía realizarse de forma manual. Este nacimiento confirma la fiabilidad de esta nueva tecnología, que está en el mercado desde hace sólo un año y que actualmente solo han incorporado algunos hospitales y clínicas de reproducción asistida de todo el mundo, con un alto costo financiero.
El responsable del Laboratorio de Criopreservación de la clínica en la cual nació el bebé, Miquel Solé, explicó que esta técnica también ofrece una alta tasa de supervivencia tras la desvitrificación que, en el caso de los ovocitos, actualmente gira en torno al 85%.
La primera investigación sobre la criopreservación de embriones se realizó en 1983, y tuvo éxito. Luego en los años 90 tuvo lugar el primer nacimiento en España, pero la introducción de la criopreservación de ovocitos en la aplicación clínica no se materializó hasta 2005. Para la realización de este proceso tiene que ser un embriólogo debido a que es el experto en preparar las muestras y realizar los distintos pasos de vitrificación hasta su conservación en nitrógeno líquido a -196º C, lo que resulta un tanto complejo.
Se trata de un trabajo en el que hay que ser muy estricto y experimentado para tener un buen resultado, precisó el responsable del Laboratorio de Criopreservación de la clínica. Este nuevo sistema fue denominado como GAVI y como novedad permite que la exposición del material biológico, en este caso los ovocitos, a los medios crioprotectores se haga de forma automatizada y en un dispositivo cerrado herméticamente evitando el contacto directo de los ovocitos con el nitrógeno líquido.
Ello disminuye el posible riesgo de contaminación y minimiza las pequeñas variaciones que puede haber en los protocolos manuales. Además, podría suponer una mejora en los resultados, afirmó la directora del Servicio de Medicina de la Reproducción de Dexeus Mujer.
