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sábado, 4 de noviembre de 2017

No dejes para mañana la educación que puedas dar hoy

Por EvelynR

Este es un problema común que, según expertos, afecta particularmente a los estudiantes y académicos. Además, es muy serio, pues según el psicólogo Tim Pychlyl, de la Universidad de Carleton en Canadá, que es parte de un grupo de investigación sobre la procrastinación, en la actualidad es el problema más grave en la educación. Un grupo de expertos ha estudiado esta acción volitiva por 20 años, con datos de todo el mundo, para entender por qué a veces nos convertimos en nuestro peor enemigo con retrasos innecesarios y voluntarios de las tareas. En una charla por Youtube, Pychlyl señala que dejar algo para después incide en las calificaciones, la salud mental y física y acrecienta el índice de abandono escolar.

Conocido como procrastinación, postergación o posposición, esta es la acción o el hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, reemplazándolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables. Pero, ¿a qué se debe que nos la pasemos lo que debemos, y a veces hasta queremos hacer?

Este es un problema común que, según expertos, afecta particularmente a los estudiantes y académicos. Además, es muy serio, pues según el psicólogo Tim Pychlyl, de la Universidad de Carleton en Canadá, que es parte de un grupo de investigación sobre la procrastinación, en la actualidad es el problema más grave en la educación.

Un grupo de expertos ha estudiado esta acción volitiva por 20 años, con datos de todo el mundo, para entender por qué a veces nos convertimos en nuestro peor enemigo con retrasos innecesarios y voluntarios de las tareas.

En una charla por Youtube, Pychlyl señala que dejar algo para después incide en las calificaciones, la salud mental y física y acrecienta el índice de abandono escolar.

Los profesores sufren del mismo mal, debatiéndose entre calificar exámenes y ver series de televisión, y lo que se conoce como la "culpa del escritor", que es la sensación de que eres egoísta, idealista e irresponsable por escribir cuando podrías estar haciendo algo más práctico y rentable con tu tiempo.

El problema se acrecienta pues ahora hay más gente estudiando online, lo que facilita que con sólo un clic, reemplaces lo que estás escribiendo con cualquier otro tipo de información o entretenimiento disponible en la gran cantidad de datos de la web.

Para el especialista, procrastinación es decidir no hacer algo aunque sabemos que a largo plazo será peor. No es lo mismo que atrasar algo intencionalmente, y no es un asunto de manejo de tiempo, sino la incapacidad de controlar nuestras emociones e impulsos. Cuando procrastinamos, tratamos de mejorar nuestro estado de ánimo evitando hacer algo que nos parece desagradable.

Pychlyl lo compara con emborracharse o comer para consolarse; la procrastinación es una estrategia que nos hace sentir mejor al distraernos con un placer de corto plazo y olvidándonos del problema. Esta es más común entre las personas más impulsivas, propensas al perfeccionismo, abrumadas por las expectativas que tienen los otros de ella y temerosas del fracaso. El problema afecta más a los jóvenes, pues solemos controlar mejor nuestras emociones a medida que el cerebro se desarrolla.

Sin embargo, hay esperanzas para todos los que dejamos las actividades para después. Basándose en la investigación conjunta de Pychyl con la psicóloga Fuschia Sirois de la Universidad de Sheffield, los especialistas plantean que podemos reducir la procrastinación siguiendo estos pasos:

Mindfulness y meditación

Utilizando las técnicas de mindfulness o conciencia plena podemos darnos cuenta de que no tenemos ganas de hacer algo sin juzgar ese sentimiento, lo que nos ayuda a acordarnos de por qué es significativo realizar la tarea y comprometerse a empezarla. De hecho, como señala el psicólogo, cuando hemos progresado en la tarea, nos sentimos mejor y eso hace que sea más fácil continuar.

Dividir la tarea

Una de los motivos por los que aplazamos las tareas es que las metas que nos proponemos son muy grandes y vagas, lo que las hace intimidantes y desagradables. Por lo que, la sugerencia es metas más sencillas y claras para lograr el objetivo final.

En la Universidad de Warwick, Paul Roberts lleva talleres de mapeo mental para estudiantes y les enseña a dividir tareas difíciles en los pasos necesarios para completar los proyectos, lo que les ayuda a superar la inercia y dejar de procrastinar.

No castigarse por procrastinar

El estudio de Pychyl señala que los estudiantes que se perdonan por procrastinar por lo general no vuelven a hacerlo en su próxima tarea.

Conéctate con tu "yo futuro"

Durante un estudio, cuando le mostraron a un grupo de personas sus retratos envejecidos digitalmente, y les pidieron que determinaran dinero para cuando se retiraran, muchos dieron sumas más altas que antes de que les mostraran las fotos, ya que sentían un lazo más fuerte con sus "yo futuros".

Esta técnica puedes usarla pues, por ejemplo, si tienes que entregar un trabajo a las 9 de la mañana, imaginarte a las 2 a.m. tratando de terminarlo podría impulsarte a empezar más temprano.

Por qué es importnte lo que vas a hacer

De acuerdo con Pychyl, la procrastinación refleja a menudo un problema existencial más profundo de falta de identidad o dirección en la vida. Señala que procrastinamos cuando la tarea nos parece aburrida o menos significativa, por lo que es necesario tener en cuenta la razón por la que estamos haciendo algo y cómo encaja con nuestras ambiciones. Pensando así, el beneficio a largo plazo puede reducir el placer a corto plazo de distraerse.