Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

martes, 14 de noviembre de 2017

Nuestras vidas, en manos de la inteligencia artificial

Por Darío E.

Cuanto más se acercan las investigaciones científicas en el área de la Inteligencia Artificial (IA) a lo que en un momento fue considerado ciencia ficción y recreado en numerosas películas del género, mayor es la preocupación ética de los investigadores sobre cuál será el uso final de sus aportaciones. Uno de los mayores temores en esta área es que acabe siendo utilizada con fines bélicos para crear robots asesinos. Por ello, estudiosos de Canadá y Australia les han exigido a sus respectivos presidentes, a través de una carta abierta, que asuman una posición global contra el armamentismo de la IA.

Tomando como referente el acuerdo alcanzado en la década de los 70 sobre la no proliferación de armas nucleares, decenas de expertos en IA y en robótica han instado a los presidentes Justin Trudeau y Malcolm Turnbull a colaborar con otros países para adoptar un acuerdo internacional que vete la fabricación de sistemas automáticos letales. En la misiva advierte que los sistemas de armas robóticas podrían convertirse en la tercera revolución en la guerra, y que su desarrollo y alcance superaría la capacidad de comprensión y por lo tanto de control de los humanos. Explican además que en este escenario de la IA aplicada a fines bélicos serían los sistemas automatizados los que en última instancia decidirían a quién matar y a quién dejar vivir, un tema que se viene debatiendo desde tiempo atrás. El grupo de científicos australianos y canadienses manifestaron no estar de acuerdo con estos fines, pues prefieren enfocarse en desarrollar estas tecnologías en beneficio de la humanidad.

La de los australianos y canadienses no es la única misiva pública que ha circulado sobre el tema. En agosto pasado decenas de empresarios de primer nivel en el sector tecnológico plantearon el mismo reclamo, que ya han rubricado más de 300 expertos. El objetivo es el mismo, crear una legislación antes de que los sistemas autónomos cruces las líneas morales establecidas por los humanos. Ambas iniciativas se han hecho públicas previas a la conferencia de las Naciones Unidas sobre la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales (CCW), que tendrá lugar próximamente con la intención de prohibir o restringir el uso de ciertas armas que de alcance destructor excesivo.

Desde 2016 la ONU ha intentado abrir el debate para vetar la creación de armas con IA, aunque la conferencia prevista no ha podido realizarse por falta de financiamiento. Ahora cercana ya la nueva convocatoria la comunidad de investigadores vuelve a movilizarse para ejercer presión a los gobiernos. La alerta sobre el inminente peligro de la aparición de una generación de armas inteligentes no es para nada nueva.

Desde hace años personalidades como Elon Musk y organizaciones como Human Rights Watch han advertido sobre las posibles consecuencias de no controlar a tiempo los usos de las IA. La fabricación de armas es solo uno de los filones a debate sobre los sistemas autónomos, aunque seguramente uno de los más comprometedores para la sociedad. El área del transporte, por ejemplo, con la salida a la vía pública de los primeros coches autónomos, se discute hasta donde serían capaces de reaccionar éticamente en un accidente y tener que decidir a quién atropellar.