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lunes, 20 de noviembre de 2017

Sequía de fútbol y goles en Madrid

Por Aliet Arzola

El Real Madrid y el Atlético se liaron en un partido de pierna fuerte y poca imaginación, y justo su pobre puesta en escena dejó como ganador del duelo al Barcelona, que horas antes había liquidado con autoridad de líder al Leganés. Sin goles terminaron merengues y colchoneros en el estreno del Wanda Metropolitano en el derbi de la capital, y ahora están alejados a diez unidades de los catalanes en la lucha por el título español.

Los pupilos de Zinedine Zidane llegaban al nuevo feudo del eterno rival con noticias positivas, porque en la alineación estaba de vuelta Dani Carvajal, alejado de las canchas por un largo período debido a una pericarditis, sin obviar el hecho de que su línea medular salía de inicio, con Modric con las pilas cargadas tras clasificar al Mundial. Con la sola ausencia de Keylor Navas, porque ya de Bale se habla muy poco. Los blancos querían conquistar el Wanda y demostrar que todavía pueden pelear por La Liga, pero la realidad ha demostrado que, en efecto, sí tienen demasiado lejos el tren de los punteros.

Su desempeño ante el Atlético volvió a ser predecible, en gran medida porque Modric y Kroos no han recuperado su mejor toque, y porque arriba Cristiano Ronaldo y Karim Benzema son dos fantasmas que se mueven sin asustar al rival. De la quema se salvan Isco y Casemiro, siempre cumplidores y con una línea estable, la cual han sostenido tanto en el club como en sus selecciones. Pero con ellos no basta, máxime si los que salen del banco ni se acercan a aquella temible segunda unidad que conquistó el cetro doméstico hace solo unos meses. Sin James o Morata, no hay pólvora ni magia ni furia, y para colmo, tampoco hay fortuna, porque el árbitro Fernández Borbalán les birló par de penales (uno por mano de Godín y otro por un golpe de Lucas sobre Ramos, quien terminó con fractura nasal) que pudieron cambiar el curso de la historia.

También pudo tomar otro rumbo el partido si Correa hubiese rematado entre los tres palos una clarísima oportunidad al inicio del encuentro, luego de un regalo de Marcelo y Varane. Sin embargo, su tímido chut solo empujó al Atleti contra las cuerdas, porque ese tanto hubiera significado la materialización perfecta de su plan táctico, basado en ahogar las posesiones del Madrid y correr en busca de un gol. La prueba más fiel del dibujo estaba en los cinco jugadores que Simeone metió en la medular, con Gabi y Thomas en funciones de obreros, destruyendo y metiendo la pierna. Por delante de ellos quedaba Griezmann, el encargado de intimidar a Kiko Casilla, pero el francés, como Benzema y Ronaldo, anda desconectado, pensando tal vez en las Navidades. Antoine fue pitado cuando su lugar lo ocupó Fernando Torres, quien, junto a Gameiro y Carrasco, tenían la misión de revolucionar el ataque colchonero en el último cuarto de hora, algo que estuvieron muy lejos de conseguir. Al final, el pleito terminó en tablas, sin que se cantara en Madrid un gol.