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miércoles, 1 de noviembre de 2017

Ser superdotado no es tan bueno como parece

Por Elizabeth Almeida

Esta investigación confirma la hipótesis que sugiere que las personas intelectualmente superdotadas son mucho más sensibles a los estímulos del entorno y por ello pueden predisponerlas a algunos trastornos psicológicos, así como a varias afecciones fisiológicas que implican respuestas sensoriales, inmunológicas e inflamatorias elevadas. El estudio ratificó que debido a sus altos niveles de inteligencia, aquellas personas con cocientes intelectuales más altos reaccionan más a su entorno, lo que crea un verdadero escenario de hiper-cerebro , donde se evidencia un sistema nervioso central hiperactivo. Sin embargo, el estudio señaló que un coeficiente intelectual elevado no es el causante de la enfermedad mental, pero sí predispone al individuo a padecerla.

El estereotipo de genio loco que han popularizado los dibujos animados y las producciones de Hollywood quizá tenga una base en la vida real. Recientemente, un estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores del departamento de Psicología del Pitzer College, en Estados Unidos, descubrió que las personas con un coeficiente de inteligencia alto corren mayor riesgo de desarrollar algún tipo de enfermedad mental.

Los expertos entrevistaron a alrededor de 3.715 miembros de la famosa ONG para superdotados American Mensa con un coeficiente intelectual superior a 130. Mensa cuenta con 120.000 miembros en todo el orbe, 2.000 de los cuáles son españoles. Para pertenecer a esa asociación internacional de superdotados hay que estar en el percentil 98 o incluso mayor, esto es, obtener una puntuación dentro del 2% superior de la población mundial. Si nos fijamos en las puntuaciones que miden la capacidad intelectual, obtener entre 85 y 115 significa tener una inteligencia promedio o normal. Estas cifras se obtienen mediante un test estandarizado diseñado precisamente para valorar la inteligencia.

Los encuestados en el estudio del equipo norteamericano tuvieron que responder si en algún momento de sus vidas fueron diagnosticados con alguna enfermedad mental como el conocido TDAH, que no es más que el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, o el autismo, así como declarar si padecían frecuentemente de problemas de depresión, cambios de humor repentinos o ansiedad o si sospechaban sufrir alguna enfermedad mental no diagnosticada, y enfermedades fisiológicas como el asma y las alergias alimentarias.

Tras comparar los datos obtenidos con el promedio nacional estadístico para cada una de estas enfermedades, encontraron datos realmente abrumadores: los miembros de la comunidad Mensa tenían tasas mucho más altas de trastornos variados en comparación con las estadísticas promedio nacionales para los Estados Unidos.

Así, mientras que solo el 10% de la población general fue diagnosticada con trastorno de ansiedad, entre la comunidad de Mensa esta cifra aumentó al 20%, de acuerdo con el revelador estudio publicado en la revista Science Direct.

Esta investigación confirma la hipótesis que sugiere que las personas intelectualmente superdotadas son mucho más sensibles a los estímulos del entorno y por ello pueden predisponerlas a algunos trastornos psicológicos, así como a varias afecciones fisiológicas que implican respuestas sensoriales, inmunológicas e inflamatorias elevadas.

El estudio ratificó que debido a sus altos niveles de inteligencia, aquellas personas con cocientes intelectuales más altos reaccionan más a su entorno, lo que crea un verdadero escenario de hiper-cerebro , donde se evidencia un sistema nervioso central hiperactivo. Sin embargo, el estudio señaló que un coeficiente intelectual elevado no es el causante de la enfermedad mental, pero sí predispone al individuo a padecerla.

El científico Robert Lehrke propone que gran parte del componente intelectual de los individuos está fuertemente ligado al cromosoma X, en sentido general hombres y mujeres tienen unos resultados bastante similares en cuanto al nivel de inteligencia promedio. En cambio, se ha comprobado que la inteligencia en la población masculina está más distribuida en los extremos, habiendo por lo tanto una población relativamente mayor de hombres tanto con discapacidad intelectual como con superdotación intelectual. Las mujeres tienden a ser mejores en sentido general en las pruebas de coeficiente intelectual, que en promedio se encuentran en alrededor de 100 puntos, mientras que los hombres alcanzan un promedio de 99 puntos. Además, un mayor número de hombres tienen retrasos mentales aunque cuando miramos en los cocientes intelectuales de 135 puntos o más, verá que aparecen muchos más hombres que mujeres.

Un curioso hecho que ratifica que en la naturaleza todo se trata de un precioso balance y que al igual que nos da siempre toma algo a cambio. Si gozas de una mente privilegiada asegúrate de cuidarla.