Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

sábado, 11 de noviembre de 2017

Ser superdotado tiene sus riesgos para la salud

Por ElizabethF.

Ni muy muy, ni tan tan, como dirían los abuelos. Nada es totalmente bueno o malo, blanco o negro, todo en esta vida tiene matices. Y no parece ser diferentes en cuestiones de “inteligencia”, al menos si nos basamos en los resultados de un estudio desarrollado por investigadores del departamento de Psicología del Pitzer College (EE. UU.), el cual concluyó que las personas con cociente de inteligencia alto, tienen un mayor riesgo de desarrollar en la vida alguna enfermedad mental.

Más concretamente, el hecho de tener un cociente intelectual superior a 130, puede incrementar el riesgo de trastornos mentales y físicos.

Al final resultará que el estereotipo de “genio loco” no estará tan alejado de la realidad. Ya saben, si el río suena es porque piedras trae…

Los científicos se dieron a la tarea de entrevistar unos 3.715 miembros de la conocida ONG para superdotados American Mensa con miembros cuyo un cociente intelectual es superior a 130.

Esta organización agrupa unos 120.000 miembros en todo el planeta de los cuales alrededor de 2.000 son de España. Los requisitos para pertenecer a dicha asociación internacional de superdotados, establecen que hay que estar en el percentil 98 o mayor, lo cual significa que deben obtener una puntuación que esté dentro del 2% superior de la población general. Para tener una idea de qué estamos hablando en el caso de las puntuaciones, obtener entre 85 y 115 de cociente intelectual, quiere decir tener una inteligencia normal o promedio. Y dicho cociente intelectual se obtiene mediante un test estandarizado, el cual es diseñado para valorar en ese individuo la inteligencia.

A las personas encuestadas una de las interrogantes que se les formuló es si en algún momento de sus vidas, estas habían sido diagnosticadas con algún tipo de enfermedad mental como el conocido trastorno por déficit de atención e hiperactividad, el llamado TDAH, o también el trastorno del espectro autista o simplemente autismo, como también se le conoce. Del mismo modo se les pidió que expusieran si padecían problemas de depresión, cambios en su comportamiento y humor o ansiedad, o incluso si sospechaban sufrir alguna enfermedad mental no diagnosticada, así como de enfermedades fisiológicas como el asma y las alergias alimentarias.

Lo sorprendente vino cuando los investigadores compararon los datos de las encuestas con el promedio nacional estadístico para cada enfermedad de las mencionadas, y encontraron resultados abrumadores: sucede que los miembros de la comunidad Mensa presentaron tasas considerablemente más altas de trastornos variados, en relación con las estadísticas promedio nacionales de los Estados Unidos. Así, por ejemplo, mientras que un 10% de la población general fue diagnosticada con trastorno de ansiedad, estas cifras aumentaron hasta un 20 % entre la comunidad Mensa, de acuerdo con el estudio, que fue publicado en la revista Science Direct. Parece confirmarse con este estudio la hipótesis científica que sostiene que aquellas personas intelectualmente superdotadas, también son más sensibles a los estímulos del entorno, elementos que pueden predisponerlas a ciertos trastornos psicológicos, así como a afecciones fisiológicas en las que están involucradas respuestas sensoriales e inmunológicas e inflamatorias elevadas.

Debido a los elevados niveles de inteligencia, confirmó el estudio, aquellos cocientes intelectuales más elevados tienen una mayor reacción ante el entorno, lo cual crea un escenario de hipercerebro, donde estos muestran un sistema nervioso central absolutamente hiperactivo.

Ello podría estar relacionado de acuerdo con la coautora del trabajo Nicole Tetreault, con las intensidades y excitabilidades únicas de estas personas, las cuales pueden ser al mismo tiempo extraordinarias e incapacitantes en muchos niveles. Lo que les sucede a muchas de estas personas es que en el día a día es que sufren de hipersensibilidad física y emocional, condición que puede llevarlos a que se sientan alterados, ante ruidos tan simples como la caída de un libro, o simplemente un sonido que consideren extraño. “Suele en ellas activarse una respuesta hipercorporal como consecuencia de que estas personas desencadenan un bajo nivel de respuesta crónica al estrés”, dijo la experta.

No obstante, y para redondear la idea, lo que este estudio deja claro es un cociente intelectual alto no es la causa directa de enfermedad mental. Eso sí, predispone en mayor medida a padecerla. Así que paciencia con los “genios” y un poco de comprensión si andan de mal humor algún día. Porque la inteligencia tiene también sus especificidades...