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miércoles, 1 de noviembre de 2017

Tatuajes en los ojos, ¿moda o fatalidad?

Por Miss GD

Ultimamente se han puesto de moda disímiles formas de tatuar, que encierran nuevos retos para los amantes de ese arte del cuerpo. Recientemente se ha difundido en los portales de noticias de casi todo el mundo el caso de una chica canadiense de 24 años que se realizó un tatuaje en los globos oculares con tinta púrpura y que actualmente terminó por perder la visión. Esto ha llevado a muchos amantes de los tatuajes más raros, a cuestionarse si es saludable hacer esa modificación corporal o no, y de ser posible, cómo debería de aplicarse para que no suceda una fatalidad.

Los tatuajes han sido a través de los tiempos, blanco de una polémica universal que actualmente ha ido disminuyendo. Antiguamente eran considerados dañino y eran mal vistos por casi todas las personas, como marcas o cicatrices desagradables. Pero actualmente, los tatuajes implantan moda y son más conocidos como una expresión artísticas de los sentimientos de las personas, que dejan plasmados en la piel. De múltiples colores y diseños, los tatuajes son un elemento común en la vida y son muchas las personas que muestran na frase o dibujos en su piel en una manifestación abierta de su forma de pensar.

Pero también últimamente se han puesto de moda disímiles formas de tatuar, que encierran nuevos retos para los amantes de ese arte del cuerpo. Recientemente se ha difundido en los portales de noticias de casi todo el mundo el caso de una chica canadiense de 24 años que se realizó un tatuaje en los globos oculares con tinta púrpura y que actualmente terminó por perder la visión. Esto ha llevado a muchos amantes de los tatuajes más raros, a cuestionarse si es saludable hacer esa modificación corporal o no, y de ser posible, cómo debería de aplicarse para que no suceda una fatalidad.

Aunque muchas personas aún consideran una excentricidad grotesca la simple idea de tener los ojos tatuados, lo cierto es que esta constituye una práctica creciente y que, aunque pueda parecer que no por muchas implicaciones, normalmente sí es segura. Por supuesto, siempre y cuando se establezcan unas pautas y se cumplan completamente, se podrán llevar a cabo felizmente y sin problemas estos novedosos tatuajes. El truco, según verdaderos especialistas de ese ámbito, consiste en introducir la aguja dentro de un espacio de apenas escasos milímetros de ancho entre dos capas del ojo para lograr esparcir la coloración.

La tinta debe introducirse entre la capa conjuntiva y la capa esclerótica, esta última, es lo que da el blanco a nuestros ojos, y la conjuntiva es una capa clara y transparente que está encima. Son estas las que recibirán una nueva coloración casi siempre resaltante en cuanto al color de los ojos. Puede ser verde, amarilla o azul cián, según las preferencias.

Hay solo un método de tatuar los ojos, como refieren expertos, y es inyectar pequeñísimos volúmenes de tinta en el espacio entre las dos capas, lo que poco a poco permite que la tinta se extienda a modo de parche y cubra el color blanco naturales de los ojos. A diferencia de los tatuajes tradicionales, esta tipología novedosa solo requiere de unos pocos pinchazos y técnicamente es posible hacer eso a un globo ocular sin problemas.

Luna Cobra se llama el artista que realizó por primera vez este método de inyección, y él mismo afirma hoy que, pese a hacerlo ya varias veces, no es una técnica segura. Los ojos son tan fáciles de infectar y por ello a menudo es difícil o imposible revertir los efectos del daño que se produce con cualquir desliz a la hora de inyectar tinta a estos órganos tan sensibles. Y, a diferencia de los tatuajes en la piel, para estos tatuajes es necesario inyectar la coloración de una manera casi quirúrgica. Si por casualidad la mano del artista se desliza y la aguja va demasiado lejos, la tinta es demasiado gruesa o la cantidad de colorante es mucha, ello podría terminar por dañar la visión de la persona casi permanentemente.

Un cirujano por supuesto, sería la apuesta más segura para realizar esta operación, sin embargo, está claro que este es un procedimiento casi innovador y que aún hay mucho que investigar sobre su salubridad y factibilidad.