Un colegio inglés libre de móviles
Las autoridades de este colegio selectivo inglés, en el que actualmente estudian alrededor de 900 alumnas de 11 a 18 años, se proponen un grupo de medidas par regular el uso de los celulares, pues consideran preocupante el uso del aparato y las redes sociales entre sus alumnas. Por ello pusieron en vigor las nuevas normas que refieren nada de teléfonos móviles para quienes tienen entre 11 y 14 años, o sea del curso 7 al 9 durante toda la jornada escolar y si los padres desean que lo usen en su trayecto para ir y volver a la escuela, deberán apagarlo y dejarlo al entrar en el colegio. Además, tampoco pueden llevar wearables como pulseras inteligentes.
Se ha vuelto una cuestión de interés a nivel mundial el hecho de que la mayoría de los muchachos adolescentes se la pasan a diario con la mirada absorta, escribiendo a toda velocidad sobre la pantalla de su teléfono móvil colgados de las redes sociales y demás atracciones de la Internet. Sin embrago, Stroud High School, una escuela femenina en Gloucester, al oeste de Inglaterra, decidió tomar cartas en el asunto de ese nuevo estilo de zombies adolescentes.
Las autoridades de este colegio selectivo inglés, en el que actualmente estudian alrededor de 900 alumnas de 11 a 18 años, se proponen un grupo de medidas par regular el uso d los celulares, pues consideran preocupante el uso del aparato y las redes sociales entre sus alumnas. Por ello pusieron en vigor las nuevas normas que refieren nada de teléfonos móviles para quienes tienen entre 11 y 14 años, o sea del curso 7 al 9 durante toda la jornada escolar y si los padres desean que lo usen en su trayecto para ir y volver a la escuela, deberán apagarlo y dejarlo en su al entrar en el colegio. Además, tampoco pueden llevar wearables como pulseras inteligentes.
Igualmente, los teléfonos móviles pueden usarse solamente 1 hora durante el almuerzo para las chicas de 14 a 16, dígase del curso 10 al 11, el resto del tiempo deben estar apagados y guardados en la mochila o taquilla. Los celulares están permitidos en los últimos años que son opcionales de la escuela secundaria durante el día, pero no pueden usarse en medio las clases, a no ser que tengan un permiso especial del profesor por cuestiones de aprendizaje.
Cindy Pride, subdirectora de la escuel refiere que los estudios de los últimos dos años sobre los efectos perjudiciales del uso desmedido de la tecnología y las redes sociales en la salud mental y el bienestar físico de los jóvenes es muy significativo. Pero lo que más influyó en la decisión de limitar el uso de cellaes fue la propia investigación con sus estudiantes, pues después de todo, ellas son las jóvenes que más les preocupan, explicó.
Según la encuesta que elaboró la escuela para dicho estudio, el 72 por ciento de las alumnas dijo que necesita comprobar o responder a las redes sociales todo el tiempo y el 49 por ciento indicó que necesitaba sentir que controla su uso. Las chicas quieren tener más control, pero salta a la vista que no saben cómo hacerlo, por eso tuviron que intentar ayudarlas, dice Price.
La escuela es un lugar para aprender, divertirse y participar en una variedad de actividades extraescolares, además de hacer amistades de verdad y no perder tiempo en las redes socialeso hablando a través de Snapchat o Instagram, refiere la subdiectora.
Relata igualmente, que decidieron incluir también las pulseras inteligentes y otros dispositivos wearable, que se llevan encima, porque es imposible decir solamente con mirarlos en cuáles de ellos pueden recibir mensajes y alertas de redes sociales.También, una de sus principales preocupaciones, además de la adicción a las plataformas sociales, es la obsesión de varias alumnas con aplicaciones para bajar de peso contando calorías. Por ello, esta no es la primera vez que Stroud High School refiere medidas polémicas para limitar el uso de la tecnología.
En el pasado enero hicieron una desintoxicación digital y le pidieron a los estudiantes, padres, personal y directivos que dejaran de usar las redes sociales durante una semana, relata Pride. Participaron más de 400 personas y se reunieron alrededor de 1200 dólares para Teens in Crisis, una organización que ayudar a adolescentes con problemas de salud mental, indica y afirma que ese fue un descubrimiento y muchos de los participantes dijeron que habían dormido mejor, estaban menos cansados y trabajaban más.
