Una buena intención en Marruecos termina en tragedia
Este domingo una buena intención en Marruecos ha terminado en tragedia. Durante un reparto de comida organizado por una asociación de ese país, en la localidad de Sidi Bualem, en la región sureña de Esauira, se produjo una fuerte estampida de personas que ocasionó la muerte de alrededor de 17 personas. Según informa medios locales, las víctimas reportadas corresponden a 14 mujeres y tres niños que perdieron la vida durante la repartición de la comida en esa ciudad donde la pobreza y la miseria son ley.
La tragedia ocurrió cuando más de 800 personas, en su mayoría mujeres, se agruparon en torno a los puestos de distribución gratuita de alimentos. Omar Arbi, responsable en la región de Marrakech de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, señaló que las féminas acudieron allí para recoger un poco de harina que una vez al año les ofrece un mecenas local, que se desempeña como presidente de una asociación benéfica en la ciudad marroquí de Casablanca. Esta era la cuarta vez que el hombre distribuía alimentos de forma gratuita a la población de esa localidad, y nunca había sucedido antes una tragedia similar.
Como parte de las investigaciones abiertas en torno los hechos, el mecenas ya fue detenido por las autoridades. La fiscalía inició pesquisas judiciales con el objetivo de analizar las circunstancias del tráfico accidente y además determinar las responsabilidades. El Ministerio del Interior también abrió otra investigación de forma paralela. Mientras que el rey Mohamed VI, al enterarse de estos hechos, anunció que se haría responsable de los costos de entierro y de la atención sanitaria de las personas que resultaron heridas.
En las redes sociales muchos se han pronunciado lamentando la tragedia, y también la detención del mecenas, cuyas siglas, A.J., aparecen publicadas en varios medios del país, y quien solo tuvo la buena intención de repartir comida entre los más necesitados de la localidad de Sidi Bualem. Se dice que es un hombre religioso, un lector del Corán, quien llegó al pueblo junto a varios ayudantes para acometer sus labores humanitarias. Omar Arbi sentenció, en este sentido, que el Estado y no cualquier persona puede encargarse de esta responsabilidad, pueden provocar hechos de esta naturaleza. Además, indicó el funcionario, se debe estar pendiente de la evolución de los heridos, que en total según medios locales, suman 40, y entre ellos se encuentran cinco en estado de gravedad. Y el hecho de que el hospital más cercano no cuente con los recursos necesarios para atenderlos, vuelve más crítica la situación.
