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sábado, 11 de noviembre de 2017

Una probable causa para el TOC

Por Jesús

Un equipo de científicos de varios países, pertenecientes al Instituto Broad del MIT y Harvard, conjuntamente con investigadores de otras instituciones, ha hallado evidencias de cuatro genes que pueden relacionarse con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), un malestar de índole psiquiátrico que se caracteriza por la aparición de pensamientos repetidos y persistentes, que incitan a sentimientos como el miedo, la inquietud, la aprensión o la preocupación, así como también a conductas repetitivas, llamadas compulsiones, que tienen como fin el de atenuar dicha ansiedad. Esta dolencia la padecían personalidades universales de la talla de Charles Dickens, Marcel Proust, Nikola Tesla o Charles Darwin.

El texto, divulgado por la revista Nature Communications, describe que las personas que padecen de este trastorno, tienden a repetir comportamientos compulsivos, puesto que su cerebro les dice que algo no se ha resuelto apropiadamente, por lo cual los pacientes experimentan la premura de resolver un problema, como volver a lavarse las manos. Otros signos pueden ser el hecho de morderse las uñas, o el de organizar la ropa de manera enfermiza. Hasta el momento, no se conoce de una cura para esta enfermedad. No obstante, investigaciones recientes han manifestado que, en algunos casos, la utilización de medicamentos que aumentan los niveles de serotonina pudiera ser positiva. Asimismo, investigaciones anteriores también han explicado que es probable que el trastorno obsesivo compulsivo sea una enfermedad hereditaria, y fue precisamente en este aspecto en el que se centraron los expertos que realizaron el actual estudio, localizando los genes que posiblemente causen el trastorno.

Según la publicación, el estudio consistió en conseguir primero muestras genéticas de más de 590 personas diagnosticadas con el TOC, así como también de 560 personas sanas, como grupo de control. Igualmente, se incluyeron muestras genéticas de canes que sufren de este trastorno. Una vez obtenidas todas estas muestras, los investigadores se centraron en 600 genes específicos, potencialmente relacionados con el trastorno y, en algunos casos, con el autismo, puesto que muchas personas con el trastorno del espectro autista asumen conductas repetitivas. Después de un análisis meticuloso, los expertos aislaron cuatro genes que eran diferentes en aquellas personas con el trastorno, preliminarmente identificados como trascendentales en la creación de circuitos cerebrales involucrados en la construcción de enlaces entre las regiones del tálamo, el cuerpo y la corteza. En ese sentido, la página digital de la revista Muy Interesante destaca que estamos en presencia de un hallazgo importante, puesto que el cuerpo estriado del cerebro asume un papel significativo en el aprendizaje, y también en el traspaso de mensajes desde el tálamo hasta la corteza cerebral.

Por su parte, los científicos apuntan que los cuatro genes mutados podrían originar niveles más altos o más bajos de los niveles normales de serotonina, lo que a su vez podría estimular la interrupción de la información tal cual la interpreta el cerebro, produciendo una anomalía en este circuito cerebral. Uno de los genes reconocidos (el gen HTR2A) codifica un receptor de serotonina, un neurotransmisor vinculado al desarrollo de ciertos trastornos como la ansiedad, el estrés y la depresión. Este desequilibrio en la regulación serotoninérgica del trastorno obsesivo-compulsivo, podría ser una explicación para los beneficios obtenidos en el 60 por ciento de los pacientes que han sido tratados con medicamentos antidepresivos, pues estos incrementan los niveles de serotonina en el organismo.