Una red social que embrutece la comunicación interpersonal
En un estudio realizado a varias persona para conocer cual es realmente el impacto de WhatsApp, explica que los participantes involucrados mostraron una adicción hacia la aplicación, así como que ésta promueve el aislamiento, ya que muchos prefirieron hablar a través de Whatsapp con sus familiares y amigos, en lugar de organizar una salida real con ellos. Nos guste o no, esta red social llegó para quedarse. En el mundo de la seducción, la mensajería instantánea es una vía recurrente para hablar o quizá conquistar a esa persona que te atrae, pero si la usas de forma incorrecta puede generar problemas. Es por eso que pretendo relevarte ciertas desventajas que tiene el WhatsApp al momento de entablar comunicación con una persona que te interesa y qué hacer al respecto.
Cuando las conversaciones son por esta vía se presta a demasiados malentendidos. Lo malo de los mensajes de texto es que son sumamente complicados para entender en qué tono y con qué intención se escribieron, pues aunque hay emoticones, gifs y otras herramientas, lo que es obvio para ti no necesariamente lo es para la otra persona. En la mayoría de los casos, cada quien le asigna a dicho mensaje una interpretación que pocas veces coincide con la de la otra persona. Mientras que para algunos un simple “ok” no es nada del otro mundo, otros lo toman como un signo de hostilidad.
Es aconsejable que no abuses de este medio y tampoco lo uses para tener pláticas serias o arreglar algún problema. Hacerlo podría escalar a niveles exorbitantes y complicarse mucho más de lo que debería. WhatsApp, a diferencia de otros chats que permiten desconectarse a ratos, no respeta momentos ni horarios. Somos esclavos de ella. Pocos son los que poseen la habilidad de sentirse tranquilos al no estar siempre pendientes de un sms o al saber que la otra persona no les responde.
El hecho de que WhatsApp nos condene a estar eternamente conectados no sólo hace molesta la interacción, sino también resulta frustrante pensar que algunas personas sentirán ansiedad cuando no reciban respuesta de nuestra parte después del famoso “leído”. Ansiedad que provoca que muchos lo tomen como un ataque personal y nos cueste un mal rato más tarde en el mundo real.
Todo eso lleva a que si no te contesta los mensajes, tengas en cuenta que puede estar en la oficina, manejando, en el gym, o realizando alguna actividad que no le deje contestar. Hay muchas razones por las que una persona no responde tus mensajes y pocas tienen que ver con el emisario, así que no lo tomes personal . Respira, relájate y sigue con lo que estabas haciendo; si es muy importante lo que necesitabas decirle, te sugiero que le llames, te ahorrarás malos entendidos y corajes innecesarios. Además que estarás fomentando la comunicación personal.
Otra razón por la cual el teléfono les parece terrorífico, es por el hecho de que este medio demanda más velocidad de respuesta debido a que la interacción se da en tiempo real y los involucrados saben que la otra persona ya “ recibió” el mensaje. Es por eso que debes usar este miedo a tu favor. Comienza a utilizarlo más para realizar las llamadas y menos para enviar mensajes. Con el aparato podrás escuchar la voz de esa persona que te encanta y darte a entender mejor. Incluso iniciar la llamada diciéndole algún comentario bobo y divertido como: “estaba a punto de escribirte pero no quería que te perdieras de mi voz hoy. O decirle algún otro comentario en el que ganes punto a tu favor.
En esta era tecnológica son tan pocos los que acostumbran llamar a una mujer, que probablemente si ella está interesada en ti le parecerá un gesto galante y sexy de tu parte. Si no te contesta le puedes dejar un buzón divertido. El WhatsApp sirve para tres cosas desde mi punto de vista, 1) Iniciar una poderosa pero corta plática que haga que una persona se interese en ti. 2) Mantenerte cerca sin ser asfixiante. 3) Concretar una cita. Hagas lo que hagas, no envíes textos extensos, porque parecerán más las Sagradas Escrituras. Por eso manda unas cuantas palabras que despierten emociones, haz que la plática sea divertida, le cause intriga o la entretenga y cuando sientas que la conversación está poniéndose buena, invítala a salir o llámale. Te hará perder momentos verdaderamente valiosos .
Las pláticas en vivo no sólo son más agradables, sino también perfectas para generar tensión sexual y química entre dos personas. Si te cuesta trabajo hablar en persona no te apures, hay muchas técnicas que puedes usar para hacerlo como un profesional. Aunque eso ya lo veremos en otra ocasión. Considera mis pequeñas pero sinceras palabras, ponlas en práctica y dime que te pareció.
