Bélgica da su úlimo carpetazo a Puigdemont
La Justicia belga ha tomado resoluciones definitivas respecto a Carles Puigdemont. Ha archivado el caso del expresidente de la Generalitat y de los cuatro exconsellers que le acompañan desde que huyeron de España y buscaron refugio en el país vecino. Luego de que el Tribunal Supremo decidiera retirar las órdenes europeas de detención y entrega (OEDE) que pesaban sobre los cinco políticos catalanes, no tiene sentido que Bélgica les tuviera retenidos.
La decisión del juzgado implica que se suprimen las medidas cautelares que les fueron impuestas por el juez de instrucción, en el momento en que se entregaron a las autoridades hace más de un mes, el pasado 5 de noviembre. Ahora tienen toda la libertad para viajar fuera de Bélgica.
La noticia se dio a conocer en una audiencia íntima, con la presencia de los abogados, pero no de los requeridos; y ha durado pocos minutos, pues se trataba de un mero trámite para formalizar el cierre oficial del caso. A falta de que el juez de la Cámara del Consejo (Tribunal de primera instancia) haga pública su decisión, fuentes de la defensa han indicado que en la sesión el magistrado ha confirmado que al no haber caso se daba por cerrado.
La decisión era de esperar. Desde el pasado 5 de diciembre, cuando el Tribunal Supremo informó a las autoridades judiciales belgas de su decisión vía Eurojust, la Fiscalía de Bruselas aseguró que las medidas cautelares impuestas a Puigdemont y sus exconsellers se retirarían de modo "inmediato".
Cuando el día 5 Puigdemont, Toni Comín, Lluís Puig, Meritxell Serret y Clara Ponsatí, se entregaron a las autoridades belgas, quedaron en libertad, pero sujetos a medidas cautelares. El juez les prohibió salir del territorio belga sin acuerdo del juez de instrucción, residir en una dirección fija y presentarse personalmente cuando fueran convocados por las autoridades judiciales o policiales, entre otras condiciones.
Ahora Carles Puigdemont no está obligado a comunicar su paradero ni sus movimientos dentro del país cada 24 horas, bien pudiera continuar su campaña electoral hasta el 21 de diciembre. Nada le impide regresar a España, salvo la posibilidad casi segura de ser detenido y juzgado por todos los cargos que se le imputan. El expresident ya ha anunciado que no se plantea por el momento volver a Cataluña, salvo ante la posibilidad de ganar las elecciones y ser investido president.
Bélgica puede respirar aliviada, especialmente el ejecutivo de Charles Michel en particular, que desde la inesperada llegada de Puigdemont al país, se ha enfrentado a tensiones dentro de la propia coalición de Gobierno, por las posturas de los nacionalistas flamencos, y a una delicada crisis diplomática con España. Concluyó así el complicado proceso judicial que podía haberse demorado hasta mediados del mes de febrero. La legislación belga permite que el proceso de entrega de euroorden se dilate hasta los 90 días en casos excepcionales.
