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viernes, 1 de diciembre de 2017

Colombia: ¿qué ha pasado a un año de la paz?

Por LauraB

Un año después de anunciada la paz colombiana nada ha cambiado en la nación neogranadina. En primer lugar están las trabas encontradas para implementar los acuerdos adoptados y firmados en La Habana tras cuatro años de conversaciones entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la ex guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo. Este ha sido uno de los principales escollos puestos al descubierto para poner en marcha la anhelada paz en el país sudamericano. En segundo lugar, encontramos que los asesinatos de líderes sociales también han sido denunciados por la ex insurgencia como una manera de eliminar su base social.

Pero no todo ha sido negativo. La voluntad expresada por ambas partes implicadas en el conflicto de llevar adelante los progresos quedó demostrada en el proceso de dejación de las armas. Verificado por representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), este fue un paso trascendental para silenciar los fusiles en Colombia de una vez y por todas. Este fue también uno de los puntos más álgidos de las conversaciones en la capital cubana.

Como resultado, cinco mil 800 miembros de las antiguas FARC EP, hoy convertidas en partido político, fueron desarmados. A cada uno de los combatientes que se sumaron a la dejación de las armas la ONU le dio un certificado, al mismo tiempo ellos firmaron un compromiso ante la Oficina del Comisionado de Paz de no volver a usarlas. De faltar a ese compromiso, su reincorporación a la vida civil sería un poco más difícil. En cuanto la atención a las víctimas se desarrolló un programa para educar a cerca de 3.165 víctimas del conflicto.

Con el nombre de “Educándonos por la paz” el proyecto fue asesorado por la Organización Internacional del Trabajo y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Datos oficiales indicaron que el 68 por ciento de los inscritos fueron mujeres, dejando a los hombres la minoría de los 32 puntos porcentuales restantes.

Aquí la vivencia de cada víctima se tomó en cuenta como un llamado de advertencia a la no repetición de la guerra. El acuerdo firmado un 24 de noviembre puso fin a más de 50 años de conflicto armado interno. Un año después se demostró que es muy difícil convivir en una sociedad acostumbrada la violencia, así como intentar cambiar el estigma de los ex insurgentes en la dinámica actual colombiana. No obstante, ese primer paso ha sido histórico al demostrar la voluntad y el anhelo de tener un país en paz.