Donald Trump, con la cabeza en la Luna
El inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, tiene una nueva obsesión. Este lunes ha dicho que una nueva directiva de política para la exploración tripulada por la NASA permitirá reclamar “el orgulloso destino de Estados Unidos en el espacio”. Durante un evento en el cual participó Buzz Aldrin, el segundo astronauta en caminar sobre el Luna, el presidente dijo que el “destino” de Estados Unidos es “estar a la vanguardia de la eterna búsqueda de conocimiento de la humanidad”.
En concreto, la nueva directiva permitirá a la NASA liderar un innovador programa de exploración espacial para enviar a los astronautas estadounidenses de regreso a la Luna, y finalmente a Marte. El nuevo plan de Trump, además apunta a aumentar el papel del sector privado en la exploración espacial, según un comunicado de la Casa Blanca.
Durante un evento de campaña en 2016, cerca del Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida, Trump se comprometió a “liberar a la NASA de la restricción de servir principalmente como una agencia logística para actividades de órbita terrestre baja” y “en su lugar reenfocarse en la exploración espacial”. “Bajo la administración de Trump, Florida y Estados Unidos liderarán el camino hacia las estrellas”, dijo.
"Marca un paso importante en regresar a los astronautas estadounidenses a la luna por primera vez desde 1972 para su exploración y uso a largo plazo", dijo Trump durante la firma. "Esta vez no solo plantaremos nuestra bandera y dejaremos nuestra huella. Estableceremos una base para una eventual misión a Marte y, tal vez, algún día, a muchos mundos más allá".
Han pasado 45 años desde que aterrizó el Apolo 17, la misión más reciente a la luna. Estados Unidos envió a 12 astronautas a caminar sobre la luna, comenzando el 20 de julio de 1969 cuando Neil Armstrong dijo que era “un pequeño paso para el hombre, un salto gigante para la humanidad”.
Entre 1981 y 2011, Estados Unidos también envió 135 transbordadores tripulados al espacio exterior para su exploración. El programa se retiró después de eso. La nueva orden continúa el empuje de la Casa Blanca para poner fin a la dependencia de Rusia para los lanzamientos tripulados, que comenzó cuando el programa del transbordador espacial se retiró hace seis años. La Casa Blanca elogió el hecho de que los astronautas de la NASA se lanzarán al espacio en “cohetes de fabricación estadounidense”. Estados Unidos también participa en el programa de la Estación Espacial Internacional (ISS), un esfuerzo de colaboración con Rusia, Japón, Canadá y Europa.
