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martes, 5 de diciembre de 2017

Dos copas de más pueden ser mortales para la piel

Por Arango

Según un nuevo estudio sobre dermatología en la Universidad de Madrid, la ingesta de alcohol en grandes cantidades provoca un envejecimiento prematuro de la piel, causando adelgazamiento de la misma y aumento de la red de vasos sanguíneos en el rostro, sobre todo en las mejillas.

Ello es lo que comúnmente conocemos como enrojecimiento facial. Lo también interesante es que la piel madura, con más edad, sufre de forma más intensa los efectos de la bebida.

La investigación demuestra que "para su metabolización se requieren altas cantidades de agua que provoca una deshidratación intensa de la piel". En conclusión, se intensifican las arrugas ya existentes y se desencadena un picor generalizado y eccemas por la sequedad. Otros de los agravantes a la epidermis es la aparición de lesiones a nivel cutáneo de tipo vascular, las conocidas arañas vasculares, además del adelgazamiento progresivo de la piel que desencadena en una fragilidad irreversible.

Además, el estudio advierte de que el alcohol tiene un efecto inmunosupresor; puede desencadenar a largo plazo la aparición de cáncer de piel. La solución y gravedad del asunto dependerá de si la persona abandona o no ese exceso de consumo y del tiempo que haya estado expuesto a él.

El análisis también expone que existen bebidas más agresivas que otras. Aquellas que tienen más graduación originan efectos más intensos y a niveles más tempranos, por ejemplo, el vodka, whisky, ron, orujos o ginebra. Sin embargo, hay algunas aparentemente inofensivas y también llegan a ser perjudiciales a la piel.

A diferencia de las anteriores, el tequila tiende a presentar menos azúcar que otras bebidas alcohólicas así que es menos probable que desencadene inflamaciones o erupciones. La cerveza es otra de las afortunadas. Presenta propiedades antioxidantes que la libran de ser de las perjudiciales. Además, tiene menos alcohol que otras y si se bebe despacio, sus efectos deshidratantes no se acusan tanto como con otras bebidas.

Para muchos, los vinos son buenos por tener propiedades que ayudan a la digestión. Sin embargo, el vino blanco tiene niveles altos de azúcar, lo cual ocasiona daños celulares en altas cantidades y colabora al envejecimiento prematuro. El mojito es otro de los prohibidos. Su carga elevada de azúcar y pocas dietas eleva el nivel de arrugas y acné. Otra que debemos evitar es el vino tinto. Además de su altísima graduación en alcohol, suele ser la que más enrojecen la piel.