El Barça no pierde el ritmo
Ernesto Valverde está claramente convencido de que jugará partidos importantes dentro de unos meses, por eso maneja con sumo cuidado a sus piezas, dosifica los minutos de esos futbolistas que, seguramente, tendrá un peso decisivo en los choques cruciales de su primer año al frente del Barcelona, y mantiene motivados a los que menos acción ven sobre el césped.
En su despedida como puntero de la fase de grupos de la Champions se pudo constatar el asunto, porque de nuevo Valverde dio refresco a Messi, Busquets, Ter Stegen, Paulinho o Jordi Alba, hombres que han acumulado muchos minutos en un inicio de temporada que raya la perfección para los catalanes. Punteros invictos en La Liga y claros dominadores de su llave europea, el Barca ha navegado con extrema contundencia y dio una muestra más en su pleito con el Sporting de Lisboa. El técnico entregó la titularidad a Denis Suárez y Andre Gomes como acompañantes de Rakitic en el centro, Aleix Vidal jugó de extremo adelantado junto con Luis Suárez y Paco Alcacer al frente, mientras Vermaelen acompañó a Piqué en el eje de la zaga, ahora mismo el sector del campo con más dudas para los azulgranas por la lesión de Umtiti.
Al frente el Barca encontró a un Sporting flojo, que apenas podía salir de sus dominios por la presión permanente de los españoles. En medio de aquel panorama todos las camisetas catalanas se crecieron, incluso Gomes, habitualmente indiferente y sin peso en el juego. Sin embargo, en esta ocasión se involucró, se plantó cerca del área portuguesa y hasta remató con peligro, lo mismo que Denis Suárez y Vidal, este último un jugador revoltoso con mucho desborde por las bandas. Aleix lideró la línea delantera del Barca, en la que también Paco Alcacer y Luis Suárez dejaron destellos con acciones de peligro, sobre todo el ex ariete del Valencia, quien abrió la cuenta con un gran cabezazo en el primer palo a la salida de un corner.
Ya en el segundo tiempo, con Messi en el campo y el duelo más abierto, los porteros ganaron protagonismo. Rui Patricio realizó varias paradas de mérito la crack argentino, mientras Cillessen salvó al Barca del empate. Así pasaron los minutos, en medio de continuos amagos, y mucha circulación de la pelota de un lado a otro. Parecía que el choque acababa con diferencia mínima, pero tras una combinación entre Messi y Suárez, este centró y Jeremy Mathieu, un viejo conocido de la Ciudad Condal, metió la bola en su propia valla para el 2-0. En el otro resultado del grupo, la Juventus hizo los deberes contra el Olympiacos (0-2) y avanza a octavos como segundo de la llave.
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