El desayuno, la cuna de la alimentación
La dietista y vocera de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics), Kim Larson, aunque no participó en el estudio, expresó que estos hallazgos son importantes no sólo por sus conclusiones sino porque cerca de un 30 por ciento de los adultos se saltan el desayuno de forma rutinaria y en cuanto a las dietas, las personas lo descartan para perder peso, algo que calificó como una mala idea por sus efectos en el apetito y en los hábitos alimentarios en el resto del día.Aunque el estudio actual no investigó la calidad nutricional de lo que la gente desayunaba, indudablemente la calidad de los alimentos importa si se quiere prevenir la enfermedad.
El desayuno es reconocida como la comida principal del día, pues según los especialistas consumirlo o no, nos afecta a corto y a largo plazo. En ese sentido, algunos efectos de no desayunar o de sólo beber un poco de café son decaimiento, mal humor, falta de concentración, bajo rendimiento físico e intelectual. Y es que con un desayuno adecuado mejora nuestro rendimiento diario pues ayuda a memorizar, concentrarse y aprender.
Ahora, en adición, un nuevo estudio determinó que aquellos adultos de mediana edad que omiten el desayuno regularmente tienen mayor propensión a tener arterias obstruidas que los que disfrutan de un buen desayuno. Estos son los más recientes hallazgos que vinculan el desayuno con una mejor salud cardíaca.
Específicamente descubrieron que los que consumen el desayuno, fundamentalmente si es sustancioso, son menos propensos a tener placa en las arterias. Estas placas son depósitos de grasa, calcio y otras sustancias que se acumulan en las arterias, provocando aterosclerosis, afección en la que estas se endurecen y estrechan, lo que puede provocar ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otras complicaciones.
Aunque es necesario apuntar que como dicen los especialistas, el estudio no demuestra que saltarse el desayuno dañe las arterias ni que se desarrollan placas por no desayunar, pero como explicó el investigador principal, José Peñalvo, de la Facultad Friedman de Ciencias y Políticas de la Nutrición de la Universidad de Tufts, en Boston, hay varios motivos por los que no hacer la comida matutina podría contribuir al riesgo de ese padecimiento.
Como refiere, en muchas personas, no desayunar es parte de un conjunto de malos hábitos, pues tienden a comer mucho fuera de casa, y a elegir comidas precocinadas con un dudoso valor nutricional.
Mediante pruebas objetivas con una muestra de más de 4 mil adultos de 40 a 54 años de edad en España, los investigadores usaron el ultrasonido para medir la llamada aterosclerosis "subclínica", que es una acumulación temprana de placa que no provoca ningún síntoma en adultos.
De las personas que participaron en el estudio, un 3 por ciento prescindían del desayuno crónicamente, un 27 por ciento consumían un desayuno grande regularmente, es decir que en el desayuno tenían más de un 20 por ciento de sus calorías diarias y un 70 por ciento, que fueron la mayoría de las personas, comían un desayuno con relativamente pocas calorías.
Cada uno de estos grupos tenía diferencias en sus probabilidades de aterosclerosis subclínica. De los que no desayunaban, cerca de un 75 por ciento mostraban esa acumulación de placa, en comparación con un 57 por ciento de los que consumían un desayuno abundante en calorías y un 64 por ciento de los que tomaban un desayuno ligero.
Los que tomaban un desayuno abundante presentaban una mejor salud en varias áreas, y comían más frutas, verduras, mariscos, pescado y carne magra. Además, se determinó que tenían menos probabilidades de obesidad, hipertensión, diabetes o niveles malsanos de colesterol. Mientras que no desayunar está vinculado con un riesgo más alto de aterosclerosis.
La dietista y vocera de la Academia de Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics), Kim Larson, aunque no participó en el estudio, expresó que estos hallazgos son importantes no sólo por sus conclusiones sino porque cerca de un 30 por ciento de los adultos se saltan el desayuno de forma rutinaria y en cuanto a las dietas, las personas lo descartan para perder peso, algo que calificó como una mala idea por sus efectos en el apetito y en los hábitos alimentarios en el resto del día.
Aunque el estudio actual no investigó la calidad nutricional de lo que la gente desayunaba, indudablemente la calidad de los alimentos importa si se quiere prevenir la enfermedad.
Es por ello que se recomienda un desayuno que incluya proteínas, carbohidratos y grasas, además de que no tiene que ser extravagante para ser saludable.
Aunque también es necesario tener en cuenta que el desayuno solamente no es una solución para la enfermedad o la salud en general, sino que debe ser parte de una dieta saludable y de buenos hábitos de vida entre los que se incluye el ejercicio regular.
