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viernes, 1 de diciembre de 2017

El futuro desigual del Internet

Por LisyFa

El jefe de la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC, por sus siglas en inglés), el republicano Ajit Pai, anunció la pasada semana que la agencia buscará derogar por completo las reglas de neutralidad de la red de la era de Barack Obama. En una declaración, afirmó que los Demócratas impusieron regulaciones de “mano dura” en Internet, que tienen que deshacerse.

“La FCC simplemente requeriría que los proveedores de servicios de Internet sean transparentes sobre sus prácticas para que los consumidores puedan comprar el plan de servicio que sea mejor para ellos y los empresarios y otras pequeñas empresas puedan tener la información técnica que necesitan para innovar”, dijo Pai en un comunicado, citado por el periódico de Congreso, The Hill.

La votación de la propuesta tendrá lugar el 14 de diciembre, pero se espera que respalde ampliamente una derogación total ya que la FCC está dominada por los republicanos. El nombre de esta iniciativa, por cierto, es “Restaurar la libertad de Internet”.

La neutralidad de la red, como principio básico, garantiza que los proveedores de servicios de Internet (ISP) y las agencias gubernamentales se aseguren de que todos los sitios web legales sean tratados por igual, y el acceso a ellos está abierto a todos los que tengan una conexión a la Web. No todos los países lo tienen, y Portugal recientemente fue noticia por ser un estudio de caso preocupante de lo que sucede cuando se eluden esas leyes. Aunque están técnicamente ligados a las reglas de neutralidad de la red de la Unión Europea, las lagunas jurídicas permiten a las empresas a veces ignorarlas. Una empresa de telecomunicaciones con sede en Lisboa aprovechó la actitud indiferente del gobierno y experimentó con la venta de acceso a Internet móvil en paquetes escalonados. Los paquetes más baratos, por ejemplo, permiten solo mensajes instantáneos o uso de redes sociales; solo las combinaciones más costosas le permiten al usuario acceder a todo, desde correos electrónicos hasta música y vídeos, y así sucesivamente.

En efecto, con este sistema, obtiene un acceso restringido a Internet a menos que gaste más, algo que las leyes de neutralidad de red evitarían. Gracias al fuerte apoyo de la administración Obama a la neutralidad de la red, Estados Unidos obtuvo algunas de las mejores protecciones del mundo en 2015. Clasificó a la banda ancha como operador común en la Orden de Internet Abierto de ese año, evitando que los ISP corten, ralenticen o restrinjan acceso a Internet como mejor lo crean. Sin embargo, desde el cambio de jefe de la Casa Blanca, la FCC ha intentado deshacer estas reglas, a pesar de que casi 22 millones de estadounidenses (junto con varios servicios de alto perfil basados ​​en la web) protestan contra tal medida.

De aprobarse lo que propone el gobierno de Donald Trump, Internet se convertirá en un producto más que en una utilidad o en un derecho. Esto provocará que las empresas o individuos dispuestos a pagar más obtendrán un servicio de Internet más libre, más accesible y más rápido. La FCC olvida, además, que el año pasado, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU declaró que el acceso público a Internet no debería verse interrumpido por gobiernos o agencias estatales.