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lunes, 11 de diciembre de 2017

El Madrid juega como un campeón

Por Aliet Arzola

En uno de los ejercicios más complicados de toda la temporada por la importante acumulación de ausencias, el Real Madrid volvió a demostrar la imagen arrolladora con la que arrasaron el pasado año en La Liga y en Champions. El Sevilla fue la víctima de los blancos, que materializaron una primera mitad de ensueño, con cinco goles y un juego espectacular, liderado por el mágico Marco Asensio. Era un partido con mucha trampa para los merengues, que llegaban con una situación crónica en defensa, sin los sancionados Sergio Ramos, Dani Carvajal y Casemiro, y el lesionado Rafa Varane, cuatro titularísimos en los esquemas de Zidane.

Estaba por ver que malabarismos hacía el técnico francés, quien tuvo la fortuna de recuperar a último momento a Jesús Vallejo para el eje de la zaga. Al joven central lo acompañaron Nacho, Marcelo y Achraf, quienes a la postre no pasaron demasiados sustos y culminaron el pleito con una impensada portería en cero. Zidane se saltó esta vez sus propuestas habituales y lanzó un once con la clara intención de atacar por las bandas, con Lucas Vázquez y Asensio en función de extremos, mientras la dupla de Kroos y Modric controlaba el tráfico en la medular y Cristiano y Benzema se movían por la punta en un clásico 4-4-2.

Los resultados se percibieron bien pronto, con Asensio profundizando por la izquierda, desde donde mandó un balón al borde del área que Sergio Rico le desvió in extremis a Lucas Vázquez. Pero a la salida del tiro de esquina provocado por ese despeje, Nacho aprovechó un mal rechace y marcó el primer tanto del partido, un regalo de los nervionenses cuando se habían jugado solo tres minutos. El choque se puso de cara para el Madrid, que metió presión al Sevilla y no le dejó mover la pelota, al menos con claridad. Con el paso de los minutos la situación no se invirtió, pero los visitantes se acercaron medianamente a los dominios de Keylor Navas, aunque se trataba de puro espejismo.

Sin despeinarse y con solidez, el Madrid retomó las riendas y el encargado de revolucionar las acciones fue Asensio, quien no tardó en abandonar la banda para controlar el partido como un diez. El joven zurdo dio un recital carreras con balón dominado y pases al espacio, uno de ellos sutil y directo a las botas de Cristiano Ronaldo, autor de la segunda diana. Ese tanto desarticuló al Sevilla, lo mandó a la lona y desde allí solo recibieron más golpes de un Madrid implacable. El tercero también fue a la cuenta de Ronaldo, quien cobró un penal por claras manos de Jesús Navas. Después vinieron las combinaciones a velocidad de crucero, primero entre Lucas Vázquez y Toni Kroos con definición del alemán, y luego entre Benzema y Achraf, este último perfecto en el remate contra Rico.

De cara al segundo tiempo, el Sevilla entendió que era mejor jugar todo el complementario en defensa y no apelar a la heroica, porque si dejaba espacios le podían caer cinco goles más. Su conservadurismo fue tal que hasta el minuto 52 no realizaron el primer remate entre los tres palos, un chut no muy potente de Nolito que contuvo Keylor sin complicaciones. Luego Muriel exigió con algo más de peligro al meta costarricense, muy seguro y sin dar rebote. En sentido general, ni Nolito ni Muriel pudieron superar el muro defensivo de los dos bisoños en la alineación madridista, Vallejo y Achraf, quienes controlaron a la perfección la banda derecha en las pocas ocasiones que se vieron exigidos. Por la izquierda tampoco hubo mucho peligro, y solo en aisladas oportunidades Jesús Navas y Gabriel Mercado complicaron a Marcelo, quien tuvo siempre un guardaespaldas de lujo en Nacho.

Antes del partido, Cristiano Ronaldo ofreció a la afición del Bernabéu su quinto Balón de Oro, recibido el jueves en París. El portugués pudo celebrar y demostró su grandeza, no solo por el doblete que lo pone de nuevo en la senda goleadora, sino por su gran solidaridad con Benzema. En el segundo tiempo Ronaldo no dejó de buscar al francés, quien atraviesa por una terrible sequía, y condujo a sus compañeros a la misma faena. Al final, Benzema mandó un cabezazo al palo tras un centro de Marcelo, pero no pudo perforar las redes. En Madrid esperan que haya guardado sus goles para el Mundial de Clubes, el reto más inminente.