El niñato austriaco que alarma a la democracia europea
El totalitarismo y la egolatría están tomando posesión en varias naciones. Al narcisista y autocomplaciente presidente de los Estados Unidos Donald Trump, se ha unido Sebastian Kurz, un niñato de 31 años, convertido en el más joven presidente del mundo. Apodado “wunderwuzzi” (niño prodigio) de la política austríaca, desde los 24 años está haciéndose escuchar como ministro de Relaciones Exteriores. Ahora ha tomado los estribos de su país remodelando casi por completo su partido político, el cual dirige desde mayo pasado. A su evidente amor por los selfies se une su constante mensaje de "Austria es el país más bello del mundo".
Dicho slogan ha disparado las alarmas de los analistas políticos, pues son muy similares a los de su homólogo Donald Trump. "Queremos aliviar a los contribuyentes, fortalecer la economía del país y especialmente queremos ofrecer más seguridad," expresó durante su campaña. Una afirmación que ensalza el nacionalismo y la xenofobia austriaca. En 2015 mientras era Ministro de Exteriores Kurz fue responsable del cierre de la ruta de los Balcanes, hecho que frenó la entrada ilegal de migrantes al país y al viejo continente. Según ha expresado a la prensa, tiene la intención de detener la inmigración ilegal y reducir los beneficios de los que solicitan asilo político. A este proceder que semeja el de Donald Trump y su lucha contra la emigración latina y mexicana, se suma la formación de un gabinete de mano dura o extrema derecha. Con el nombramiento de vicecanciller del líder ultranacionalista Heinz-Christian Strache, “wunderwuzzi" ha dejado bien claro su línea política.
La extrema derecha tiene un paso implacable sobre Austria, pues varios ministerios claves están bajo el mandato de esta. Con el joven Sebastian Kurz como nuevo canciller federal, el FPÖ (Freiheitliche Partei Österreichs, en alemán) o Partido de la Libertad de Austria, ocupará seis de las 14 carteras del Gobierno, entre estas los ministerios de Exteriores, Defensa e Interior. Dicha formación política es considerada de ideología conservadora y nacionalista. Esto podría significar un retroceso en las libertades democráticas de Europa y una vuelta a los años oscuros de finales de los treinta. El FPO tiene una línea política claramente de rechazo hacia la Unión Europea y su oposición a la inmigración, sobre todo musulmana.
Tanto el Canciller como el vicecanciller ya han anunciado recrudecer la política migratoria como una de sus prioridades. La juramentación de las carteras ministeriales se está desarrollando bajo un marco de protestas ciudadanas. Cerca de 5000 manifestantes han rechazado la vuelta al poder de la extrema derecha austriaca.
Además de Estados Unidos y Austria, recordemos que el AFD (Alternativa por Alemania) de línea política ultraderechista, entró al Bundestag alemán. Un peligro mayor, pues si sendas bombas atómicas fueron el colofón de la Segunda Guerra Mundial; ahora el armamento nuclear podría ser el detonante del desastre de la humanidad.
