El pacto sobre migración es incompatible con Estados Unidos
Los representantes de Estados Unidos en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han anunciado su retiro del Pacto Mundial de la sobre migración y refugiados. Washington tomó la medida porque considera que el mismo tiene un carácter incompatible con sus políticas sobre la entrada migrantes y refugiados. Los diplomáticos estadounidenses comunicaron la decisión del gobierno del presidente, Donald Trump. La embajadora de Estados Unidos en la ONU, Nikki Haley, indicó que el enfoque del documento rector no tiene puntos en común con la soberanía de su país. En septiembre del año pasado la comunidad internacional reunida en Naciones Unidas aprobó la llamada Declaración de Nueva York.
El propósito del documento aprobado por los 193 miembros de las Naciones Unidas fue un intento por mejorar la protección y gestión de los migrantes y los refugiados. Bajo ese documento el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados tuvo un mandato para proponerle a la Asamblea General en el año 2018 un pacto mundial. Dicho pacto consta de dos ejes temáticos: respuestas ante el problema y un programa de acción.
Sin embargo, ahora los estadounidenses se desembarcan con la noticia de que la Declaración de Nueva York tiene demasiadas disposiciones incompatibles con sus políticas domésticas sobre la acogida –con muchísimas restricciones- de aquellas personas que huyen de sus países de origen por los conflictos y guerras internas. Los principios de la administración del republicano Trump en materia de inmigración están en disonancia con las políticas de acogida adoptadas por la comunidad internacional. Por ese motivo el magnate neoyorquino ocupante de la Casa Blanca detuvo la participación de Estados Unidos en la preparación del pacto.
No es la primera vez que bajo la actual presidencia el país norteño se retira de algún tipo de pacto mundial. Ya lo hizo del referido a la política medio ambiental.
No se sabe ahora cómo quedará entonces el anuncio realizado hace unos meses por la administración de Trump cuando dijo que permitiría la entrada de hasta 45 mil refugiados hasta el año fiscal 2018. Aunque esta cifra es la menor cantidad admitida por Estados Unidos en una década, sí era un alivio para la crisis de migrantes y refugiados.
La iniciativa tenía contemplado otorgar permisos para 19 mil personas procedentes de África, cinco mil del este de Asia, dos mil de Europa y Asia Central, mil 500 de América Latina y el Caribe y 17 mil 500 de Medio Oriente y el sudeste asiático. El proceso de admisión de un refugiado en la nación norteña puede durar entre 18 y 24 meses.
