El Papa Francisco pide respeto para la etnia rohingya
El Papa Francisco pidió a las autoridades de Birmania el respeto a cada grupo étnico sin excluir a nadie cuando se trata de su orientación religiosa y teniendo como base la paz. El Sumo Pontífice se sumó así a las personalidades que han denunciado la crisis étnica contra la minoría rohingya en la nación asiática. El Obispo de Roma se reunió con el presidente de Birmania, Htin Kyaw, y con la jefa del Gobierno, Aung San Suu Kyi. Como resultado, el pontífice ha afirmado que el futuro de ese país pasaba por garantizar la igualdad de condiciones entre los habitantes.
El líder de la iglesia católica indicó que Birmania era un Estado bendecido por los recursos naturales, pero también por su pueblo. Por esto no dudó en denunciar que los conflictos internos estaban haciendo que el país se volviera más hostil, y que las divisiones tan solo han mellado en el propósito de tener un país reconciliado e integrado. En ese sentido, pidió respeto por el Estado de derecho y un orden democrático que permita a cada individuo y a cada grupo ofrecer su contribución legítima al bien común.
Las declaraciones del Papa tienen lugar justo cuando la crisis contra el grupo étnico musulmán rohingya que está pasando por un exterminio casi masivo. La situación ha sido denunciada por organismos de las Naciones Unidas. Según la propia ONU, al menos 400 mil miembros de esa etnia, contando numerosos grupos de familia, tuvieron que salir de sus hogares por miedo a la represión. Dicha minoría étnica musulmana en considerada como “apátrida”. En el año 1982 les quitaron el derecho a poseer la nacionalidad.
La mayoría en Birmania es budista y solo eso dio luz verde a la persecución contra los rohingyas. Este caso además ha sido calificado como un caso de “limpieza étnica”. Este grupo profesa el islam sunita. Ello es mal visto han tenido que refugiarse por años en el estado pobre de Birmania.
El origen de los rohingyas data del siglo XV. Su nombre es por el lugar que ellos dicen es su hogar: Rohang. Desde el año 1962 cuando los militares tomaron el gobierno, todas las administraciones han instaurado una política de privación de los derechos esenciales de los rohingyas. Dos décadas después del suceso, aprobaron hasta una ley que no los contemplaba como parte del centenar de grupos étnicos reconocidos por el gobierno birmanés. Varias personalidades han pedido a la comunidad internacional que reaccione ante los hechos para evitar más violencia.
