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viernes, 8 de diciembre de 2017

El Parque Nacional marino más extenso de América del Norte

Por Nilyam

El gobierno de Enrique Peña Nieto, en México, ha dado otro importante paso en la protección de los ecosistemas marinos del país. Primero fueron las medidas de protección decretadas para salvar a la vaquita marina, una especie en peligro de extinción, de las cual sólo quedan 30 en el mundo. Luego de que el reconocido actor estadounidense Leonardo Dicaprio solicitara al gobierno mexicano medidas urgentes para salvar a la vaquita marina, el mandatario azteca firmaba un acuerdo para la protección de este animal. Un hecho sin precedentes, a favor del universo marino, al que se le une ahora la gran noticia de que el archipiélago de Revillagigedo ha sido declarado un Parque Nacional Marino.

Con este reconocimiento oficial, estamos en presencia de la zona más extensa en América del Norte, con 148.087 kilómetros cuadrados, donde la pesca estará prohibida. Las islas Clarión, Socorro, San Benedicto y Roca Partida conforman este archipiélago. Las mismas se ubican a 800 kilómetros del puerto de Manzanillo, en el estado de Colima, el cual es considerado como el punto marítimo más lejano de México en el océano Pacífico. María José Villanueva, directora de conservación del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) explica que esta decisión se ha tomado porque Revillagigedo es un área donde todavía se observan “grandes cardúmenes de especies como el tiburón, meros, jureles, atunes, que representa un reservorio de vida marina que nutre al resto del Pacífico”.

La prohibición de la pesca en esta región protegerá entonces a la fauna y flora de esta zona marítima y permitirá su crecimiento, que antes era constantemente interferido por las actividades de pesquería. En estas islas anidan aves endémicas, se encuentran cuatro especies de tortugas marinas en peligro de extinción, una significativa población de tiburones y mantarrayas gigantes, y además alberga la reproducción de diversos mamíferos marinos, entre ellos la ballena jorobada. Es por eso que en julio del año pasado ya la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) había incluido a este archipiélago mexicano en la lista del Patrimonio de la Humanidad.

Según Maximiliano Bello, portavoz del proyecto Legado para los Océanos de la Fundación Barterelli del Pew Charitable Trusts, al ofrecer este tipo de protección a una zona tan extensa, las especies marinas tendrán un lugar donde enfrentar y resistir las consecuencias del cambio climático. Además, a juicio del experto, la declaratoria para Revillagigedo completa un corredor protegido en las costas del Pacífico Americano que empieza en las islas Galápagos (Ecuador), sigue en la isla Malpelo (Colombia) y en las islas Cocos (Costa Rica), para completar con el atolón Clipperton (Francia) y el archipiélago azteca. A partir de este momento, la nueva condición de estas cuatros islas demandará del Gobierno mexicano especial atención en el cumplimiento de la veda pesquera impuesta en la zona. De esto depende en gran medida que el nuevo Parque Nacional cumpla con eficiencia este rol de protección de las especies marinas, y de este ecosistema en general. Merecidos aplausos, en este aspecto, para el Gobierno de Enrique Peña Nieto.