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martes, 12 de diciembre de 2017

El polémico traslado a Sijena

Por Nacional Newsgur

Este lunes se ha llevado a cabo el traslado de cuarenta y cuatro obras de arte del Monasterio de Sijena que estaban en manos del Museo de Lleida desde 1983. Se acata así una sentencia ratificada por la Audiencia de Huesca donde se obliga a la devolución de las piezas al considerar las ventas como nulas por no informar adecuadamente sobre ellas. Las obras duermen ya sobre suelo aragonés a pesar de las quejas de ciertos sectores de la sociedad catalana que han tratado de impedir el traslado.

Aragón ya tiene en sus manos las cuarenta y cuatro obras de arte que desde hacía treinta y cuatro años se encontraban en el Museo de Lleida. Las piezas del Monasterio de Sijena ya han sido devueltas a su tierra después de una turbulenta salida de Cataluña. Grupos de personas se han presenciado en la mañana de este lunes frente a las puertas del museo catalán para protestar contra el traslado de las obras. Han sido los mismo Mossos d´Esquadra los encargados de retirar a los manifestantes allí convocados. Gritos de “expolio” o “robo” se han escuchado a lo largo de esta mañana antes de que los técnicos del Gobierno de Aragón saliesen custodiados por la Guardia Civil.

Una decena de técnicos han sido los encargados de analizar y embalar una por una las obras. Una decena de vehículos de la Guardia Civil les acompañó desde primeras horas de la madrugada, cuando se presentaron en el museo para comenzar su trabajo. Tras mostrar su DNI pudieron acceder a las instalaciones donde permanecieron hasta las dos de la tarde.

Con las piezas ya en territorio aragonés, se pone fin a un culebrón del que toda la sociedad catalana ha querido hablar. Y lo ha hecho en unas fechas claves para la carrera por las urnas que tendrá lugar el próximo 21 de diciembre. El sector independentista se ha pronunciado en defensa de que las obras debían haberse quedado en Lleida y achacando a la aplicación del artículo 155 de la Constitución el que esta operación se haya llevado a cabo. Por su parte, los partidos constitucionalistas han recordado que este traslado es parte de una sentencia judicial ratificada por la Audiencia de Huesca y han apelado a la defensa de lo dictado por los tribunales.

Las obras llegaron a Lleida en el año 1983 tras un acuerdo de compra con las monjas sanjuanistas de Sijena por diez millones de pesetas. Una compra que, según la Audiencia Provincial de Huesca, no se realizó de manera correcta y por ello se ha considerado nula.