El presidente uruguayo condena la violencia infantil
El presidente uruguayo expresó que hay que disponer de todos los medios posibles para combatir esa grave patología de pedofilia, fenómeno que no solo es de Uruguay, sino de todo el orbe. En el transcurso del pasado mes de noviembre tres niñas uruguayas, de nueve, 12 y ocho años, fueron víctimas de violencia sexual y con posterioridad fueron asesinas por sus propios captores, lo cual provocó tristeza, rabia y gran preocupación en la sociedad.
El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, expresó este 27 de noviembre su profundo pesar por los recientes acontecimientos de abuso sexual y violencia contra menores ocurridos en ese país, los cuales le costaron la vida a tres pequeños.
El mandatario en declaraciones a la prensa antes de iniciar el Consejo de Ministros abierto en la localidad de Pirarajá, departamento de Lavalleja, al noreste de la ciudad de Montevideo manifestó su profundo dolor por los hechos de esa gravedad y magnitud.
El gobernante destacó que no puede ni si quiera imaginarse el profundo dolor que deben sentir la madre, el padre, los hermanos de las víctimas y agregó que es terrible e incalificable. Vázquez valoró que tomar medidas a lo ligero y apresuradas debido a los acontecimientos y sentimientos, no permite reflexionar con la profundidad y el detenimiento que merecen estudiarse estos delicados y sensibles temas.
El mandatario comentó que en Estados Unidos se está estudiando seriamente la posibilidad de la castración química para los pedófilos o delincuentes sexuales, y señaló que también se habla de la pena de muerte.
Refirió que en Estados Unidos hay pena de muerte y sin embargo se valora la castración química porque la pena de muerte no fue suficiente un castigo suficiente para eliminar esa patología criminal. Al ahondar sobre esta última dijo que como médico considera no es muy viable porque no asegura completamente la impotencia y como tratamiento hormonal sus resultados no son 100% positivos de lo que se busca.
Sobre el Código Penal uruguayo refirió que tiene sanciones muy severas para esos delitos, con unos 30 años de pena máxima más 15 de seguridad, medidas que consideró como tiempos bien prudenciales.
El jefe de Estado apuntó que aún hay que ajustar varias cosas y ejemplificó que una de las cárceles del país se aplica un novedoso proyecto experimental en marcha para intentar una cierta recuperación de esos delincuentes.
Reiteró que es un problema a estudiar en profundidad, y sobre todo, enfatizó, abordarlo mucho en la sociedad desde el propio ámbito familiar y educativo para crear una verdadera conciencia sobre ese terrible tema.
El presidente uruguayo expresó que hay que disponer de todos los medios posibles para combatir esa grave patología de pedofilia, fenómeno que no solo es de Uruguay, sino de todo el orbe. En el transcurso del pasado mes de noviembre tres niñas uruguayas, de nueve, 12 y ocho años, fueron víctimas de violencia sexual y con posterioridad fueron asesinas por sus propios captores, lo cual provocó tristeza, rabia y gran preocupación en la sociedad.
