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domingo, 3 de diciembre de 2017

Implantes cerebrales para combatir el estrés

Por Ninon Campdesuner

Ya se encontró la solución para las enfermedades mentales. En un futuro no muy lejano desaparecerán de los tratamientos para ese mal las pastillas y terapias psicológicas, serán sustituidas por los implantes cerebrales, estimulaciones eléctricas y mucha inteligencia artificial. Y lo más importante, es una técnica que ya se está probando en humanos.

Hace apenas una semana fueron presentados dos equipos diferentes para ese método. Financiados por la Agencia de investigación avanzada del ejército norteamericano, DARPA, los investigadores están desarrollando algoritmos que permitan curar los trastornos de ánimo en tiempo real. Se dice que estamos ante el fin de la depresión, la ansiedad y tal vez la tristeza. Parece que como estamos en la era del estrés, los científicos se han propuesto buscarle una cura a ese mal que afecta a personas de todo el mundo.

La tecnología que utilizan los investigadores es la estimulación cerebral profunda, que ya era conocida en el tratamiento, con éxito, para personas con enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson. Pero hasta la psiquiatría no ha llegado esa técnica, por eso los investigadores han querido empezar usando los mismos implantes para desarrollar una suerte de mapa neuronal de los estados de ánimo y los trastornos psicológicos. Se trata de que una inteligencia artificial trabaje para detectar y corregir el problema en dependencia de las alteraciones.

En una reunión de la Sociedad Norteamericana de Neurología, explicaron los científicos que la clave está en un diseño de implantes específicamente para ese tipo de enfermedades y que están programados para que solo se enciendan cuando sea necesario. Pero lo más importante es que los investigadores han estudiado a fondo la situación para poder aprender qué es lo que pueden hacer y qué es lo que no, y así lo aseguró Edward Chang profesor de la Universidad de California en San Francisco.

Muchos son los ojos que están encima de ese nuevo estudio, y como el más interesado se muestra el Ejército de Estados Unidos. ¿Por qué?, pues además de ayudar a muchos de sus soldados que sufren síndromes de estrés post-traumático y otras enfermedades mentales, tendrían en sus manos la posibilidad real de conseguir que los militares posean todas sus capacidades para enfrentarse a una misión.