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jueves, 7 de diciembre de 2017

La ansiedad fuera de la mesa

Por Steve AM.

Un nuevo estudio sobre cómo ingerir alimentos destacó que es beneficioso para la salud el poder saborear los alimentos sin prisa. El trabajo fue dado a conocer en California en la reunión anual de la Asociación de Cardiología de Estados Unidos, y en términos directos deja entrever algo así como: tómate tu tiempo, no hay fuego que apagar. El estudio, fue presentado por el cardiólogo Takayuki Yamaji, de la Universidad Hiroshima en Japón, quien para su investigación utilizó a más de mil personas con estilos saludables en su alimentación. El periodo de tiempo fue de cinco años y en su mayoría eran hombres.

Los especialistas indicaron que tomarse el tiempo para comer lentamente, saborear cada bocado e incluso comer sin distracciones es fundamental para la salud.

El síndrome metabólico es el principal padecimiento cuando la comida es ingerida con rapidez. Se estima que aumenta cinco veces el riesgo de padecer a largo plazo enfermedades como obesidad, presión alta y niveles elevados de colesterol.

La explicación, según los expertos, comienza en el cerebro, al cual no le damos el tiempo suficiente para registrar que estamos satisfechos.

El estudio comenzó en 2008 y el experto japonés dividió a los individuos en tres grupos de acuerdo a la velocidad con que ingerían sus alimentos. La mayoría de los comensales tenían alrededor de los 51 años de edad.

El principal resultado fue que el 11,6% de las personas comía de manera apresurada y desarrolló en el periodo de cinco años de los que comían más rápido desarrollaron alguna de las enfermedades relacionadas con la mala alimentación.

El comer rápido también causa fluctuaciones en los niveles de glucosa, o sea, provocar resistencia a la insulina, la cual es una alteración de la respuesta de los tejidos a la acción de la misma. Otro de los padecimientos más recurrente son las enfermedades cardiovasculares.

Comer bien también significa tratar con cariño al cuerpo

Según el maestro zen Thich Nhat Hanh saborear los alimentos es sinónimo de vivir bien y con atención plena. Sus investigaciones demuestran que la práctica de ingerir alimentos sin distracciones puede aumentar considerablemente los años de vida.

A ello se le suma la práctica de la meditación de la tangerina. El maestro budista recomienda comer la fruta lentamente. Según Nhat Hanh, de esa manera la conectamos con todo el proceso previo en la naturaleza para producirla y la labor de quienes trabajaron para que llegue a la mesa, sintiendo con gratitud en el paladar cada explosión de dulzura cítrica.