La decisión de Trump pone al mundo en peligro
Recientemente el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció a Jerusalén como la capital de Israel. Este hecho ha tenido muchas repercusiones e interpretaciones en todo el orbe. Por ejemplo, el grupo terrorista somalí Al Shabaab instó a los musulmanes a luchar contra el norteño país e Israel tras la decisión anunciada.
A través de un mensaje transmitido por una emisora de radio, los extremistas dijeron que “los enemigos de Alá declararon una nueva guerra contra los musulmanes y los lugares santos en el país de los palestinos oprimidos, por lo cual la única opción es combatir”. Expertos aseguraron que los fundamentalistas de Al Shabaab tienen una estrecha relación con la red terrorista Al Qaeda, y acotamos esta información para tener una idea de lo que puede pasar de ahora en adelante, si tenemos en cuenta que cuando de terroristas de trata el panorama se torna peligroso.
La reciente decisión tomada por el presidente norteamericano no tiene precedente alguno, y con ella Trump rompió con la política estadounidense seguida durante décadas y el consenso internacional sobre Jerusalén, cuyo estatus debe ser negociado entre palestinos e israelíes. Es este un nuevo acto de injerencia por parte de Estados Unidos, y no se limita solo a la determinación de que Jerusalén sea la capital de Israel, pues, además, ordenó el traslado allí de la embajada estadounidense desde Tel Aviv. Ahora Israel reivindica a Jerusalén como capital indivisible, pero ese hecho no es reconocido por la comunidad internacional.
El eterno aliado de Estados Unidos tenía conquistada la parte oriental de Jerusalén desde 1967, tras la Guerra de los Seis Días, y luego pasó a anexarla. Por su parte, los palestinos consideraban ese territorio como la capital de su futuro Estado soberano, pues es allí donde se encuentran la mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca, dos de los lugares más santos del islam. Pero ahora esa esperanza fue arrebatada por la decisión del presidente de Estados Unidos, ahora son mínimas las posibilidades de diálogos, acuerdos, o determinaciones para que finalmente Palestina logres ser un Estado reconocido por Israel y el mundo en general.
El orbe se encuentra en peligro de una gran batalla por el poder, y en el medio de todo, y como protagonista está Estados Unidos que no para de intervenir en los asuntos internos de otros países, demostrando su hegemonía mundial. Es impredecible el futuro en este sentido, no queda otra que esperar para ver.
