La fotografía no siempre fue un arte
El lenguaje artístico fotográfico partió de la herencia de la pintura. Sin embargo, rápidamente amplió su idioma gracias a la facilidad de hacer enfoques extremos como los picados, contrapicados y otros, la captura del movimiento con largos tiempos de obturador y la decisión del momento. La presión sobre el fotógrafo para marcar su subjetividad en la fotografía creó un lenguaje repleto de sutilezas pero perfectamente comprensible. Hoy la fotografía es practicada por millones de personas en todo el mundo armados con buenas cámaras fotográficas o con los nuevos teléfonos celulares. Actualmente se prefieren las cámaras con una buena óptica y muchas opciones que añadan más flexibilidad, frente a las cámaras orientadas al consumidor, donde la óptica y el obturador quedan dirigidos por la electrónica. La aparición de las cámaras digitales, cámaras mixtas con vídeo y la fotografía en entornos de realidad virtual complican, enriqueciendo, el futuro de este arte.
La fotografía no fue siempre considerada un arte. Su integración al arte fue un proceso bastante discutido que comenzó con los fotógrafos retratistas. El retrato fotográfico tuvo una gran acogida como reemplazo del retrato pintado ya que aquel era mucho más barato y se hacía con mayor rapidez. Debido a la popularización creciente del retrato fotográfico en detrimento del pintado, una gran cantidad de pintores decidieron convertirse en fotógrafos retratistas para intentar sobrevivir.
Este fue el caso de Félix Tournachon, Gustave Le Gray y el segundo de los hermanos Bisson. Éste fue el primer ingreso de la fotografía al medio artístico. Además estos pintores fueron algunos de los que lucharon arduamente por que la fotografía fuera considerada un arte.
A mediados del siglo XIX apareció una nueva tendencia artística, el naturalismo. La aparición de esta nueva tendencia, centrada principalmente en la objetividad, buscaba imitar la realidad y la naturaleza con un alto grado de perfección y despreciaba en grado sumo la subjetividad. Así, el naturalismo fue la puerta que se abrió de par en par para dar a la fotografía una verdadera importancia en el arte ya que al imitar de una forma casi perfecta la realidad, superaba ampliamente a la pintura.
Por otra parte, el constante desarrollo de la fotografía en esa época, básicamente con las nuevas técnicas sobre la utilización de la luz del sol, dio origen a fotos con un mayor significado estético, lo que llevó a un nuevo acercamiento de la fotografía hacia el arte.
Más tarde se descubrieron técnicas usando clara de huevo, que hacían posible que la imagen por sí misma se quedara grabada en el papel. Esta técnica se fue perfeccionando poco a poco gracias a la comprensión del fenómeno químico implicado y a una continua experimentación con otros materiales alternativos. Pronto fue posible tener una caja con un papel fotosensible oculto de la luz, un cañón con el que enfocarla, y un obturador para hacer pasar la luz el tiempo suficiente para que impresionara la película.
La fotografía como arte, ciencia y experiencia humana fueron evolucionado de forma paralela durante ese tiempo. En cuanto fue posible hacer de la cámara un dispositivo móvil fácil de manejar apareció también la posibilidad de influir en el espectador mediante la posición de la cámara y su enfoque, lo que permitían trasladar la subjetividad del fotógrafo a la fotografía en sí misma, además de ir construyendo un lenguaje artístico que fue ganando en adeptos y en aceptación en los círculos de la crítica.
En la actualidad, la fotografía artística en sí, tiene un carácter mayoritariamente subjetivo. Los diversos movimientos artísticos durante las primeras décadas del siglo XX, particularmente el Modernismo y sus ramas derivadas que van desde el impresionismo en la pintura y su consiguiente paso hacia lo abstracto tuvieron una gran influencia en la fotografía.
Ya en la actualidad, la fotografía artística pura es casi completamente subjetiva y la manipulación de las imágenes se ha convertido en una herramienta fundamental en su expresión artística; la fotografía de Annie Leibovitz, Helmut Newton y David LaChapelle entre otros, siguen siendo parte de la nueva revolución fotográfica.
El lenguaje artístico fotográfico partió de la herencia de la pintura. Sin embargo, rápidamente amplió su idioma gracias a la facilidad de hacer enfoques extremos como los picados, contrapicados y otros, la captura del movimiento con largos tiempos de obturador y la decisión del momento. La presión sobre el fotógrafo para marcar su subjetividad en la fotografía creó un lenguaje repleto de sutilezas pero perfectamente comprensible.
Hoy la fotografía es practicada por millones de personas en todo el mundo armados con buenas cámaras fotográficas o con los nuevos teléfonos celulares. Actualmente se prefieren las cámaras con una buena óptica y muchas opciones que añadan más flexibilidad, frente a las cámaras orientadas al consumidor, donde la óptica y el obturador quedan dirigidos por la electrónica. La aparición de las cámaras digitales, cámaras mixtas con vídeo y la fotografía en entornos de realidad virtual complican, enriqueciendo, el futuro de este arte.
