La obesidad puede ser letal para la mente
Resulta que los kilos de más que vamos ganando sin control, pueden ser perjudiciales no solo para el cuerpo sino en particular para la mente. Por ejemplo, elementos como la edad avanzada, el sedentarismo y la obesidad que de este se deriva, pueden ser los principales factores de riesgo causantes de la demencia en España, así lo afirman endocrinos y expertos en nutrición.
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), junto a la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo) han figurado en su campaña Cuida tu peso, cuida tu memoria, una serie de medidas con las que afrontar la epidemia de obesidad actual. Ante esta coyuntura, el futuro tampoco parece ser alentador, con una prevalencia sin visos de reducción, y en una sociedad donde la comida rápida o chatarra acapara más nuestra atención que las verduras.
Las cifras que maneja la Organización Mundial de la Salud (OMS), indican que la prevalencia de la obesidad se ha duplicado en los últimos 35 años. Mientras en España, el 39,3 por ciento de la población padece sobrepeso y un 21,6 por ciento, obesidad. Es válido enfatizar que la obesidad se ha convertido en uno de los retos que más alarman a los servicios de salud de todo el mundo, causante de grandes gastos en el sistema público en general, no solo el de salud.
Por otra parte, la resistencia a la insulina de las personas obesas podría asociarse con el deterioro cognitivo en forma de demencia. Según las conclusiones de un reciente estudio evidencian que una mayor resistencia a la insulina se traduce en un acrecentamiento de la beta-amiloide, componente este causante directo de ciertos tipos de demencia.
Otro de los factores capaces de relacionar la obesidad con comorbilidades neurológicas es la disposición del sueño, elemento menos destacado y evaluado entre los numerosos hábitos de vida saludable.
Respecto a ello especialistas han revelado que nos encontramos ante una pescadilla que se muerde la cola, pues dormir mal implica mayor peligro de obesidad y, por ende, a mayor riesgo de obesidad, peor se duerme.
Es más que una emergencia de salud que los estados se ocupen de esta pandemia, que es uno de los factor comunes de riesgo para las enfermedades crónicas no transmisibles, las que constituyen una amenaza latente para la población mundial.
