Las guaguas eléctricas ya recorren las calles de Cuba
Hace unos días se presentó en Cuba un nuevo modelo de omnibus urbanos: la guagua eléctrica. Y no se trata de ciencia ficción sino del futuro del transporte urbano en este país. Pertenecientes a la empresa china Yutong ya recorren las las calles de la capital cubana, según anuncian varios medios de prensa. Se trata de ómnibus eléctrico de tipo E12, cuya entrada en funcionamiento permite ahorro de combustibles fósiles y disminye la emisión de gases contaminantes a la atmósfera. Las nuevas guaguas tampoco emiten ruido aparte del claxon y tienen, el anhelado aire acondicionado interior en un país que es un eterno verano. Todo un lujo. Cuentan con un botón para que los pasajeros soliciten paradas junto a una alarma que se activa al desconectar los martillos de emergencia que se encuentran en las ventanillas.
Según datos obtenidos por Yutong, este ómnibus consta de 35 asientos y una capacidad de la batería de 285 kilowatts/hora (kWh) lo que permitiría recorrer entre 250 y 300 kilómetros. Su consumo medio era 0.84 kWh/km y puede alcanzar una velocidad máxima de 65 kilómetros por hora. Sin embargo, este primer modelo se readecuó a las condiciones de Cuba pues, según la prensa cubana, funcionaba con 380 Volts, y en este país se trabaja con 110, 220 o 440. De momento, el nuevo tipo de ómnibus reforzará varias rutas de la capital, sobre todo la conocida como ruta 18. Cubre el tránsito por Palatino y recorre arterias como la Calzada del Cerro, Infanta, Zanja, Monserrate y Avenida del Puerto, hasta llegar al Muelle de Luz.
Pero, ¿está preparada nuestra ciudad para estos adelantos?
Hace unos meses, Roberto Ricardo Marrero, director general de la Empresa de Omnibus Nacionales, explicó a la prensa cubana que en el primer semestre de este año trabajarán en la confección del expediente de perfeccionamiento empresarial, en el reglamento interno y los contratos, sobre los cuales debe ganarse en cultura. Para el segundo, los esfuerzos se concentrarán en el fortalecimiento y la certificación de la contabilidad y el control interno, tareas que desde inicio de año no han descuidado.
Sin embargo, constantes quejas, cartas a la redacción de los medios nacionales y experiencias de los clientes, demuestran que persisten los malos servicios durante el viaje.Y es que pagar, en el caso de recorrer ida y vuelta, varios días al mes una transporte lleeeeeeno de personas, amerita un servicio de calidad, optando, la entidad encargada, por la eficiencia y eficacia que estos tiempos de cambios económicos y sociales ameritan. No es motivo de las carencias económicas que dispone la empresa el trato descortés hacia los clientes, en el primer aspecto señalo que la mayoría de los ómnibus de larga distancia no disponen de set de televisión o al menos algo de música para hacer de un largo viaje en los incómodos medios un poco entretenida, eso para no tener que depender de música alta en los celulares y, en ocasiones, de vulgar procedencia.
Al segundo aspecto, me refiero, que en no pocas ocasiones los chóferes de las rutas, no están del mejor humor o, tal vez, ese día amanecieron con problemas en casa, razón insuficiente para dirigirse a los clientes, quienes arrastran cansancio, esfuerzo por viajar y las extensas “colas” para conseguir el boleto o un asiento. Enumerar las deficiencias en los servicios, y aclaro, basadas en experiencias de múltiples clientes, sería cuestión del espacio que no dispongo en este trabajo, mas, algunas sí requieren ser mencionadas, en ese caso, los servicios sanitarios casi nunca se encuentran en funcionamiento, y aunque las guaguas tiene muchas paradas en las cabeceras provinciales, el organismo humano es incontrolable y sobre todo para los que padecen de enfermedades urinarias. Las rutas dentro de la ciudad, en ocasiones los ómnibus no paran o algunas personas se transportan, incluso, agarrados de las puertas. Las paradas, en momentos, hechas fuera de lugar y en espacios donde el bolsillo no alcanza para comprar alimentos, puesto que las paladares y cafeterías particulares de las carreteras no tienen precios asequibles para todos.
Este artículo no pretende arremeter contra una entidad que recién reestructura su funcionamiento, pero apoyo que es hora de reordenar la calidad de los servicios, puesto que mancha la reputación que ha logrado con sacrificio en más de 50 años de asistencia a la población cubana. Al tiempo, la compra de nuevos buses ha permitido una paulatina y todavía insuficiente recuperación de nuestro sistema de transporte urbano, hasta alcanzar el millón de pasajeros/día en 2014. Yutong ha sido una de las grandes ganadoras en este cuento.
