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domingo, 10 de diciembre de 2017

Las políticas sociales cubanas en América Latina

Por dllorca

Una de las cuestiones más difíciles de explicar con respecto a Cuba es el tema de las políticas sociales y su funcionamiento. El sistema social que defiende la isla es muy dificultoso de entender por muchos pero mágico para otros que viven de ello. Es a su vez un tema muy interesante sobre todo en el área donde las mismas son gratuitas al ser un país subdesarrollado. En el siguiente artículo pretendo abordar el caso de Cuba, como un país que cuenta con sus propias peculiaridades dentro del continente latinoamericano, a su vez procura exponer las especificidades de las políticas sociales dentro del orden social cubano y cómo las mismas han cambiado según las necesidades históricas.

En América Latina la políticas sociales tuvieron auge y mayor importancia a partir de 1950, donde al igual que los Estados de Bienestar en Europa tomaron su momento de gloria con las políticas económicas expansivas. La política social vendría a cumplir un papel residual y asistencial, en sus inicios, y su principal función era lograr un mejoramiento económico, más que social, ya que la concepción de lo social era limitada y al ser asistencial solo se atendían a determinados grupos de la población. Considerando así la primera etapa de la puesta en práctica de las políticas sociales como desarrollista, con una mirada puesta en el desarrollo económico de las naciones, así como el fortalecimiento del Estado, quien ganó en autonomía, y le permitió crear y reorganizar estructuras institucionales en todos los campos, así como diversos mecanismos de regulación. También en el continente latinoamericano el modelo Asistencial Burocrático tomó relevancia dentro de las políticas sociales. Este modelo de intervención responde a un paradigma social, el cual presupone la existencia normativa y objetiva de un proyecto nacional, basado en una concepción del progreso, donde se les asigna a los grupos marginales ciertos elementos potencialmente útiles, cuya característica es la carencia de códigos elementales para su integración.

El contexto latinoamericano ha sufrido diversas transformaciones en cuanto a política social, abogando hoy en día por el enfoque de derechos( donde cada ciudadano de un país tiene el derecho de acceder a cada una de las políticas y servicios en caso de necesitarlo) y por dejar atrás ese modelo asistencialista. El desarrollo de política social en Latinoamérica, ha sido diferente al del resto del mundo, ya que las condiciones de la región han impuesto en la práctica la modificación de las políticas sociales originadas en Europa. Un continente atravesado por altos índices de pobreza, exclusión, marginalidad, desempleo , desigualdades, problemas en sectores como salud, educación, etc., han traído consigo que la política social y con ello los servicios sociales sean una herramienta para el desarrollo local y nacional, así como tratar de mejorar las condiciones de vida de la población latinoamericana. Aunque esto es cierto, también se hace pertinente decir que dichas políticas y servicios no han surtido efecto de la misma forma en todo el continente y que tras su fachada de bienestar social se esconde el mantener el control y orden social, en beneficio no precisamente de quienes más los necesitan, dando lugar a que se cometan actos ilícitos, corrupción, etc.

Latinoamérica es sin duda un continente diverso y muy diferente, y a su vez Cuba lo es de la misma forma. La nación cubana cuenta con lógicas de acción distintas al resto del continente, el querer fomentar un sistema socialista da la medida en materia de lo social y de lo económico de un accionar distinto, así como el dar prioridad algunos sectores por encima de otros como salud y educación. Las políticas sociales y servicios como propios del sistema, están encabezados por el discurso de derechos, cada uno de los cubanos tiene como derecho nacional a las políticas y servicios que el país presta, en caso de necesitarlo, de forma gratuita. Pero la política social en el país no ha sido estática, ha ido variando según las diferentes necesidades poblacionales, así como según la situación en la que el país se ha encontrado.

En Cuba se pudiera empezar hablar de políticas sociales como tal, a raíz del Triunfo de la Revolución, con el programa del Moncada, pues las lógicas que se imprimen hoy en la realidad cubana en cuanto organización, financiamiento, formas de operar y diseño de las políticas sociales, no están muy alejadas de los objetivos iniciados en 1959, ya que sus principales características aún se mantienen: gratuidad y universalidad.

El objetivo en sus inicios aparte de querer lograr un bienestar social, uno de sus mayores retos fue tratar de eliminar las desigualdades existentes en la isla. Estas desigualdades sociales eran muy evidente en cada una de las familias cubanas, donde el hambre, el desempleo, la pobreza, las distinciones de género, raza, estaban a flor de piel. Para los inicios de los 80, las políticas sociales y su efectividad erradicaron la mayoría de los problemas en cuanto condiciones de vida y determinadas carencias, la familia cubana al menos en el orden material pareciera que estaba saliendo del oscuro agujero en que se encontraba. Pero como conocemos la crisis que sobrevino en los 90 trajo consigo uno de los cambios no solo a nivel infraestructural, económico y social, sino también que condujo a bruscos giros que en la actualidad no han logrado ser superados, esto obviamente influye en la conformación y lógicas funcionales de las familias cubanas. En aquellos tiempos de inicios del duro periodo especial, que hasta hoy se arrastra , las políticas sociales seguían teniendo un papel crucial, enfatizadas en las áreas de salud, educación, alimentación, aunque no sería con la misma calidad y eficiencia que en años anteriores, pues la inexistencia de un mercado trajo consigo que el cubrimiento de las políticas sociales hacia las familias estuvieran causando un bajo impacto, y altos costos, ya que el país tendría que aprender a sobrevivir por sí mismo y no contaba con los recursos suficientes para hacer políticas sociales y prestaciones de servicios con la óptima eficacia.

En esos años de crisis, los índices de desarrollo humano del país a pesar de la situación tan difícil lograron seguir mostrando al mundo una estabilidad, y estos manifestaron rasgos de buena calidad de vida, que hicieron denotar una funcionalidad de las políticas sociales en el país, pero es importante tener en cuenta que las cifras numéricas esconden en ocasiones más de lo que muestran.

En los años 2000 la política social cubana se encontró obligada a hacer cambios en su forma, el contexto lo exigía, pasando de un modelo de atención y asignación muy poco diferenciado, a otro, mucho más personalizado. Llevándose a cabo numerosos cambios en la educación, salud, cultura, la inclusión del proyecto Batallas de Ideas, además los conocidos como los Nuevos programas de la Revolución etc.

La política social cubana es una duda para muchos, si bien no es una perfección en funcionamiento cuenta con muchos rasgos positivos. La política social cubana tiene como una de sus principales dificultades es la institucionalización de las mismas y las categorías sobre las cuales se crean. La revolución y la población cubana cuenta con muchas otras dificultades que no son las de años anterior por lo tanto las mismas deben ir modificándose y no quedándose estática como pasa con algunas políticas sociales en algún sector en específico. Lo cierto es que la población cubana y el sistema político hoy en Cuba no se viven de igual forma que años atrás, hay nuevos sectores que entrar a formar parte de la dinámica de lo social y las políticas sociales deben estar en concordancia con esto.