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viernes, 8 de diciembre de 2017

Los almendrones, la historia sobre ruedas

Por dianelysllorca

¿Sabes lo que es un almendrón? A lo mejor algún día has oído la palabra y te suena familiar, o simplemente es totalmente ajena para ti. Lo cierto es que la palabra es un invento cubano que algunos dicen que es por la forma de almendra de los carros americanos de inicios siglo XX. Es exactamente eso, a los autos que circulan por las calles de Cuba se les llama almendrones, no se sabe bien todavía por qué, pero lo cierto es que estos autos son museos que andan por toda Cuba. Te invito a que conozcas a los almendrones, es un paseo en el tiempo que seguro que agradecerás.

Cuba es una isla que es muy famosa, no solo por sus sistema político, por Fidel, sus playas , el sol, su gente y su arquitectura, sino que tiene un patrón muy distintivo que la hace resaltar no solo en América Latina sino también en el mundo. Hablo específicamente de la historia viva que circula sobre ruedas en Cuba y especialmente en su Habana. Los Fords, Cadillas, Chevrolet, Willys y otros autos que a lo mejor piensan que hay todas las ciudades del mundo, circulan en Cuba, con la distinción que estos tienen ya 100 años desde su fabricación y andan por las calles como si estuvieran acabados de comprar.

Estos autos son una leyenda que se vive en las calles de Cuba. La función que en la actualidad desempeñan la mayoría de estos autos es de taxis. La población cubana a lo mejor no es capaz de apreciar el tesoro con que cuentan en su país, están sintiendo la historia y la pueden palpar con solo montar en uno de ellos o simplemente mirarlos al pasar. Es importante conocer que muchos de los llamados almendrones no tienen todas sus piezas originales, que el cubano se las ha ido modificando en función de sus necesidades y del mercado que en estos mementos, no fabrica estas piezas tan antiguas.

Cuba parece estar detenida en el tiempo, en ella hay alrededor de 75 000 autos clásicos fabricados entre los 20 y 50 del siglo pasado. De ellos más de 10 000 que circulan en la Habana, haciendo de esta ciudad un atractivo increíble. Estos autos le dan a Cuba la autenticidad de parecer junto con su arquitectura colonial y de principios del XX, a la ilusión de estar detenidos en el tiempo.

La inventiva y la imaginación no solo son un recurso que permite recrear a los turistas y imaginarse cuando visitan Cuba que se encuentran en otro momento de la Historia. La creatividad se ha apropiado de cada cubano que tiene un almendrón, porque mantener estos autos en las calles no una tarea fácil, los mismos necesitan recursos económicos y materiales para tratar de que ellos sean funcionales y productivos en la actualidad. Los almendrones también se sienten el paso del tiempo y de motores ya cansados, por lo tanto han sido sustituidos por los nuevos motores de la Toyota, de los nuevos Ford, de la Mercedes, etc. Además se han utilizado otros componentes de equipos electrodomésticos parar arreglar su carburador, su bomba de agua y en fin cualquier parte de la mecánica del almendrón. De igual forma han perdido sus pinturas originales y por lo tanto han sido restaurados para maquillar el paso del tiempo.

Los almendrones tienen hoy como su principal uso el transporte, ya sea como taxi con rutas definidas donde su precio oscila entre 10 y 20 pesos cubanos, que equivale aproximadamente a la mitad de un 1USD, de taxi de alquiler, con fines turísticos y para cualquier otra cosa que al cubano se le pueda ocurrir. Su uso es de notable importancia para el país, son los autos que más se visibilizan en el mismo y aunque sean autos americanos forman parte intrínseca del cubano y de su identidad.

Los cubanos sienten que los almendrones son como suyos, creen muchos que Cuba indiscutiblemente no sería la misma sin ellos. Los almendrones son parte del ADN del cubano, son figuras importantes dentro de su cultura, son también su negocio, su transporte, su forma de vivir y forman parte de lo cotidiano. Todo almendrón en Cuba es sorprendente, desde el que está más cuidado hasta el que apenas se puede manejar, todos simplemente son la historia sobre ruedas.