Los embrollos del Brexit
Gran Bretaña debe abandonar la Unión Europea a principios de 2019, y la primera ministra Theresa May, tiene que hacer viable el engorroso trámite, que ahora mismo está trabado porque los laboristas no se ponen de acuerdo con la zona limítrofe de Irlanda. De hecho, ellos califican de vergonzoso todo el proceso que se vive en relación al Brexit.
Los ministros dicen que ninguna parte del Reino Unido será tratada de manera diferente en las conversaciones del Brexit, pero los laboristas calificaron el enfoque del tema como una "vergüenza". No se ha llegado a un acuerdo con la Unión Europea después de una reacción negativa del DUP contra las propuestas para la frontera irlandesa. El secretario del Brexit, David Davis, dijo a los parlamentarios que el gobierno estaba a punto de concluir la primera fase de las conversaciones. Las negociaciones continuarán por el resto de la semana con el Reino Unido esperando que se le dé luz verde al comienzo de las negociaciones comerciales. El Reino Unido debe abandonar la UE en marzo de 2019 y la Primera Ministra Theresa May está bajo presión para llegar a un acuerdo sobre la frontera irlandesa, de modo que las negociaciones puedan avanzar. Respondiendo a la urgente pregunta del Partido Laborista, Davis defendió la controvertida propuesta de "alineamiento regulatorio" entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, destinada a evitar la necesidad de controles fronterizos después del Brexit, diciendo que esto se aplicaría a todo el Reino Unido. No sería lo mismo que "armonización" con las reglas de la UE, dijo.
Pero para Jacob Rees-Mogg advirtió que la "divergencia regulatoria" de la UE después del Brexit era una "línea roja". "La cola DUP está moviendo al perro Tory", dijo, en una referencia al acuerdo alcanzado entre las partes para ayudar a los conservadores a conseguir los votos claves. El Sr. Starmer también pidió al gobierno que abandone su plan para consagrar la fecha Brexit del 29 de marzo de 2019 en la ley del Reino Unido. Nigel Dodds del DUP atacó el enfoque "agresivo y anti sindicalista" del gobierno de la República de Irlanda, diciendo que cualquier divergencia económica entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido sería "económicamente catastrófica". Dublín, que como miembro de la UE es parte de su mercado único y unión aduanera, ha pedido una garantía de que se evitará una "frontera dura" que implique controles aduaneros después del Brexit. Davis dijo que si bien la "integridad" del mercado único y la unión aduanera debe respetarse después de Brexit, era "igualmente claro que debemos respetar la integridad del Reino Unido". Criticó las sugerencias de los primeros ministros escocés y galés, así como del alcalde de Londres, de que podrían prepararse arreglos especiales para diferentes partes del Reino Unido. La Sra. May tiene que mostrar "progresos suficientes" hasta ahora en cuestiones de "divorcio" antes de que los líderes europeos se reúnan el 14 de diciembre. Los tres problemas que deben resolverse son la frontera de Irlanda del Norte, los derechos de los ciudadanos y la cantidad de dinero que el Reino Unido pagará a medida que se vaya.
