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domingo, 31 de diciembre de 2017

Los pilotos de Alemania se rebelan

Por Maylin

En Alemania tiene lugar un hecho muy curioso, que muchos calificarían de humanitario, sobre todo quienes están en contra de que sean deportados a sus territorios de origen, personas cuya seguridad estaría en gran riesgo en caso de regresar. Resulta que no pocos pilotos de ese país europeo han decidido en reiteradas ocasiones no transportar a refugiados a sus naciones en Oriente Medio.

Según ha informado la prensa germana, la negativa ha provocado la cancelación de más de 200 vuelos en lo que va de año, pues los pilotos no quisieron formar parte de la controvertida repatriación de aquellas personas que no fueron clasificadas para solicitar asilo en Alemania. Los refugiados principalmente son originarios de Afganistán, un país que oficialmente ha sido declarado como “seguro”, a pesar de los altos niveles de violencia y represión que allí se evidencian. Alrededor de 85 de las negativas a ejecutar este tipo de vuelos entre enero y septiembre del año en curso provienen de la línea alemana Lufthansa, y de su subsidiaria Eurowings.

Gran parte de las cancelaciones de vuelos tuvo lugar en el aeropuerto de Franckfurt, el principal de esta nación del Viejo Continente; mientras otro tanto, alrededor de unas 40, se produjo en el aeropuerto de Düsseldorf, en el cual las deportaciones habitualmente son acompañadas de protestas de grupos de personas que están a favor de la inmigración. La propia mandataria AngelaMerkel hizo alusión a esta situación, confirmando el hecho de que estos profesionales de la aviación no quieren deportar refugiados por motivos de seguridad, como bien se pronunció en defensa de los pilotos el portavoz de Lufthansa, Michael Lambert.

En este sentido, señaló además que es en el personal de la aerolínea, en especial en el piloto, donde recae la decisión final de no transportar en el avión a algún pasajero. Incluso, en este caso, los pilotos han llegado a conversar antes del vuelo con quienes están a punto de ser deportados. Sin dudas un hecho que no deja de resultar curioso, en un mundo donde el temor a perder el puesto de trabajo hace obedecer a ciegas órdenes que carecen de valores como la solidaridad y el humanismo, y va en perjuicio de otros. En este caso ayuda en gran medida que la dirección de la aerolínea esté del lado correcto: el de la decisión que toman estos pilotos.