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sábado, 2 de diciembre de 2017

Moverse, el mejor arma contra la trombosis

Por Yamy

La Organización Mundial de la Salud, OMS, afirma que una de cada cuatro personas en el mundo muere por padecimientos asociados a la trombosis, que puede tener variantes como la trombosis arterial, es decir, la formación de coágulos de sangre en las arterias; o la trombosis venosa. En ambas modalidades los coágulos se pueden trasladar hasta bloquear el torrente sanguíneo, lo que resulta tremendamente mortal. Los trombos son asociados a varios males importantes como la trombosis venosa profunda, TVP, embolia pulmonar, infarto de miocardio y ataque cerebrovascular. Aunque es una enfermedad bastante común, los especialistas indican que el movimiento muy conveniente para evitarla.

La trombosis venosa profunda aparece cuando se forma un trombo, y por lo general sucede en las piernas e impide el flujo de sangre que debe existir normalmente, esto ocasiona inflamación y dolor. Ese coágulo es capaz de fragmentarse y recorrer las venas hasta llegar a la arteria pulmonar, y obstruirla ocasionando embolia. Con este padecimiento de Tromboembolia Venosa, TEV, cada año se registran unos 10 millones de casos en el mundo, a pesar de ser totalmente prevenible y tratable.

Los especialistas manifiestan la necesidad de que la población se sensibilice y conozca que las Tromboembolias pueden ser más frecuentes de lo que pensamos, pues pocas personas saben y asumen los riesgos que pueden tener para la vida la presencia de coágulos en la sangre. Y por tanto también desconocen que la mejor manera de prevenir su formación es estar en movimiento o hacer ejercicios, así que no es tan difícil, y constituye una manera ideal para prevenirla porque permite que la sangre fluya hacia arriba y no se quede estacionada en los miembros inferiores. Un dato interesante es que solo bastan 90 minutos de inmovilidad para que el flujo sanguíneo decaiga en un 50 por ciento y es entonces cuando se incremente la posibilidad de que se forme un coágulo de sangre, y luego ocasionar trombosis. Por tanto, sus principales factores de riesgo están asociados a la inmovilidad, el sedentarismo, además de los antecedentes familiares, el alcohol, el tabaco y la obesidad.

El personal médico dedicado a esta área de salud recomienda que nos mantengamos en movimiento y nos hidratemos muy bien, sobre todo si permanecemos sentados durante tiempos largos, por ejemplo, en la oficina o si vamos de viaje a lugares alejados. El factor de la inmovilidad es sumamente preocupante en los pacientes hospitalizados, pues es una condición que perfectamente puede propiciar una trombosis, y es por eso que los expertos sugieren que si pueden se muevan, o si no es posible, que se les proporcionen medicamentos específicos para prevenir la tromboprofilaxis, o sea, la trombosis venosa profunda.

Sobre los síntomas de la trombosis la ciencia no está muy clara todavía, sin embargo, se sabe que la formación de coágulos sanguíneos están más presentes en las mujeres porque son más vulnerables debido al embarazo, al uso de anticonceptivos y a la terapia de reemplazo hormonal. Señales importantes a tener en cuenta son si una pierna se hincha, se enrojece, duele, o se percibe caliente al tacto. Si estos signos aparecen, habrá que consultarlo de inmediato con el médico. Por su parte, la embolia pulmonar puede presentar dificultad para respirar, así de la nada, igualmente rápida frecuencia cardíaca, dolor en el pecho, mareos o debilidad, además de expectoración con sangre.

Pero como en todo, la prevención es fundamental porque cuando los problemas llegan a veces no tienen remedio o dejan indisposiciones y secuelas graves, y lo peor es que pueden ser mortales. Por eso, es importante considerar los factores de riesgo, asumir hábitos saludables, y mantenerse en movimiento, es la mejor manera de evitar una trombosis. La clave está en realizar actividad física con cierta regularidad, no quiere decir que sea todos los días, pero tres veces a la semana está bien, y tampoco hay que ir a un gimnasio si no se dispone de mucho tiempo, basta con crear rutinas en la casa y hacerlas de vez en cuando. Lo importante es evitar el sedentarismo, y eso es tan fácil como caminar media hora, cuando menos. No fumar es también una garantía, pues está demostrado que el tabaco favorece la formación de trombos arteriales y venosos; sus toxinas se sitúan en el torrente sanguíneo y reducen el oxígeno, de modo que la sangre se vuelve más espesa. Mantener el peso adecuado es un modo de preverlo, pues las personas obesas tienen mayor riesgo de desarrollar trombosis debido a la presión que tienen que soportar las venas de sus piernas.