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miércoles, 20 de diciembre de 2017

¿Quién se acuerda de Kaká?

Por Mayli

Antes del reinado de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, estaba el brasileño Kaká, quien quedó eclipsado vorazmente desde la aparición de estos chicos. Casi ningún fanático habla de él, ni recuerda dónde está o su futuro. El mundo del fútbol quedó atrapado en el talento de estos dos, y olvidó al brasileño y sus logros. Ahora se retira.

El brasileño Kaká, que anunció su retiro el domingo, fue el último en ganar el premio al Jugador Mundial de la FIFA (en 2007) antes de convertirse en propiedad exclusiva del portugués Cristiano Ronaldo y el pequeño argentino, Lionel Messi. Cuando se lo compara con los estándares de esos dos, Kaká sufre claramente en esa comparación. Pero no estamos viviendo en una edad normal. La calidad técnica junto con la búsqueda constante de la excelencia de Messi y Ronaldo está fuera de la curva.

Para cualquier nivel normal, Kaká era un talento extraordinario. La suya es la historia de las ventajas de un fondo privilegiado puesto a un uso productivo, inusualmente para un futbolista brasileño. Kaká proviene del dinero. Su padre era un ingeniero muy exitoso. Pudo haber seguido el ejemplo de la familia o haber vivido una vida de playboy. En cambio, decidió darle todo al fútbol. La historia pudo ser muy corta. Un accidente en una piscina a la edad de 18 años podría haber terminado su carrera incluso antes de que comenzara. Mientras se recuperaba, Kaká escribió una lista de los objetivos que se alcanzarían con el juego, y uno por uno metódicamente los tachó de la lista.

Sus mejores días llegaron en un período de seis años en el AC Milan entre 2003 y 2009. El club se arriesgó con él. Y en poco tiempo había puesto estrellas establecidas como Rui Costa y Rivaldo en el banco. Él encontró la adaptación fácil; bien viajado y bien educado, no tenía miedo del mundo y realmente quería estar en Italia, absorbiendo la experiencia cultural. Pronto estaba absorbiendo los aplausos también.

Kaká corriendo hacia adelante con la pelota tenía el poder de un tren de carga. Se casó con el poder con delicadeza y mantuvo el juego simple. Tal vez sus fortalezas y debilidades se mostraron mejor en las dos finales de la Liga de Campeones que jugó contra el Liverpool. Fue el máximo goleador de la Liga de Campeones. Luego no pudo estar a la altura de su condición de Galactico en el Real Madrid, y regresó a Milán un año antes, con un breve período de tiempo en el que comenzó en Sao Paulo, terminando su carrera en Orlando City.

Después de la cumbre de 2007, todo pareció un anticlímax. La parte más decepcionante de la carrera, sin embargo, fue la Copa del Mundo. En 2006 formó parte del llamado "cuarteto mágico": Kaká y Ronaldinho en el centro del campo, respaldados por los delanteros Ronaldo y Adriano. Era poco convincente pese a todo. Nadie salió bien de esto. Kaká, el mejor jugador en el campo en la victoria de apertura sobre Croacia, se puso cada vez peor hasta que fue sacado cuando Brasil se estrelló contra Francia en los cuartos de final. Luego se esperó re apareciera, al menos como apoyo, en el Mundial de 2014, que se jugó en casa. No fue así, y ya llegó el adiós.