Rafael Correa sí tiene tiempo para Glas
Regresó hace pocas jornadas a Ecuador, y pese a su apretada agenda, el expresidente Rafael Correa no vaciló en acudir a la Corte Nacional de Justicia, donde se efectuó la octava jornada de audiencias de juicio contra nueve procesados por asociación ilícita, entre ellos, el segundo mandatario de su gobierno, Jorge Glas.
El abrazo que le propinó el exmandatario a Glas retumbó en los medios de prensa que ofrecían cobertura al juicio del caso Obdebrecht. Abrazos, choques de manos, saludos efusivos, caracterizaron el encuentro entre Correa y los seguidores de Alianza País y su gobierno, presentes también en el auditórium.
"Se trata tal vez del primer preso político que tiene el país en los últimos años, por el afán de apoderarse de la vicepresidencia de la república", aseguró el exdignatario en breves declaraciones a los medios de comunicación. De igual modo, aseguró que no existe ninguna prueba contra Glas, e invitó a la prensa a revisar toda la documentación deseada. El jucio, según afirmó el expresidente, tuvo lugar en un contexto donde "prácticamente se ha acabado el estado de derecho", refiriéndose al modo de gobierno de Lenin Moreno.
Sobre los resultados de la audiencia, el abogado defensor del segundo dignatario, Eduardo Franco Loor, expresó en su cuenta en twitter: “Hoy será un nuevo día de victoria para la defensa de la inocencia del Vicepresidente Jorge Glas. Fiscalía no pudo demostrar el supuesto delito de asociación ilícita, menos aún que el vicepresidente sea autor de este delito! Estamos por la absolución y su inmediata libertad. Eso es justicia!”
Rafael Correa regresó a Ecuador el pasado 25 de noviembre para retomarle el pulso a su país, y a las conquistas, ahora en riesgo, de la Revolución Ciudadana. El expresidente se ha declarado “principal opositor” del actual mandatario de este país, Lenin Moreno, quien fuera su aliado por muchos años.
Entre otras fuertes críticas a la gestión de Moreno, Correa reprochó la decisión del actual mandatario de convocar por decreto a una consulta popular, sin esperar el dictamen de la Corte Constitucional. Se espera que en el desarrollo de la consulta popular, en la que se incluye una pregunta para suprimir la reelección indefinida del presidente, el actual mandatario sepa medir su verdadero apoyo popular.
