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viernes, 29 de diciembre de 2017

Ruanda denuncia a Francia

Por Nursia

El gobierno de Ruanda planea emitir órdenes de arresto contra varios ciudadanos franceses por su participación en el conflicto de 1994, anunció la portavoz del Gobierno y ministra de Asuntos Exteriores, Louise Mushikiwabo. En una proclama sobre el estado de la nación que fue presentada en la televisión nacional como parte del mensaje navideño del Ejecutivo, la ministra aseveró que Ruanda tiene "pruebas tangibles y documentadas sobre la implicación de varios ciudadanos de Francia antes, durante y después de los incidentes”. Entre los documentos citados, la portavoz resaltó el informe Muse, que demuestra cómo Francia suministró armas al gobierno de Juvénal Habyarimana.

"Queremos profundizar en ello y ver cómo podemos utilizar los informes para demandarlos y demostrar su papel durante el genocidio de 1994. Las órdenes de detención para algunos de ellos están preparadas y listas para ser emitidas", constató Mushikiwabo. El informe Muse refiere que las armas facilitadas por los franceses fueron posteriormente utilizadas por las milicias hutus para llevar a cabo el genocidio contra los tutsis. La ministra de Asuntos Exteriores reiteró que “Ruanda nunca se dará por vencida en sus esfuerzos de hacer que Francia rinda cuentas por su papel en los hechos a pesar de los destacados intentos de la nación europea de negarlo”. "Estamos seguros de que la verdad prevalecerá sobre las mentiras, y no nos cansaremos de buscar justicia", sentenció finalmente Mushikiwabo.

La participación de Francia en el conflicto de Ruanda siempre ha generado muchas interrogantes. La nación europea incluso abrió una investigación sobre el derribo del avión del entonces presidente Juvénal Habyarimana el 6 de abril de 1994, en el que murieron él y el presidente de Burundi, Cyprien Ntaryamira, hecho que desató el genocidio. El juez encargado del caso concluyó que el atentado fue obra de extremistas hutus del propio bando del presidente. Varios miembros del Gobierno ruandés, entre ellos el ministro de Justicia, Johnston Busingye, han asegurado que la investigación de la justicia gala solo era una distracción para desviar la atención internacional de las responsabilidades de Francia en las matanzas. De hecho, Ruanda denuncia que Francia apoyó a los perpetradores del genocidio mediante entrenamiento militar y asistencia técnica.

Para entender los orígenes del conflicto en Ruanda debemos conocer que en el país conviven dos etnias rivales: los hutus y los tutsis. Estos últimos habían disfrutado durante mucho tiempo de un estatus superior, hasta que en 1973, el hutu Juvenal Habyarimana daba un golpe de estado, instauraba una dictadura y aumentaba la represión contra la etnia rival. En medio de este panorama de enfrentamientos y persecución racial, el avión del mandatario Habyarimana es derribado por un misil en 1994. Los hutus acusaron tanto a los tutsis como a las fuerzas de la ONU; incluso, a la propia oposición hutu. Se desató un exterminio que no solo afectó a los tutsis, sino también a los hutus del partido contrario.

La propia primera ministra del país, Ágate Uwlingiyimana, fue asesinada junto a diez soldados belgas de la ONU. Pero la ONU, lejos de enviar más tropas, decidió retirar a los cascos azules, lo que propició que la masacre se produjera sin dificultades. Las primeras noticias de asesinatos masivos empezaron el 11 de abril. Diez días después ya eran cientos de miles de muertos. El Consejo de Seguridad, por iniciativa del presidente norteamericano Bill Clinton, declinó intervenir. En sólo cien días fueron asesinadas más de 800.000 personas, sobre todo tutsis, pero también hutus de la oposición y residentes europeos. Las cifras de muertos ascendían al 11% de la población. Finalmente, la ONU autorizó a Francia a crear una zona de protección. Por otra parte, el Frente Patriótico Ruandés, integrado por tutsis, se reorganizaba, lanzaba una intensa ofensiva y lograba conquistar la capital, Kigali. Dos millones de hutus que temían represalias huyeron entonces del país, refugiándose en Zaire. En este punto el país ya era un caos total.

El Gobierno de Ruanda siempre ha desmentido las imputaciones de que el Ejército Popular de Ruanda (RPA), comandado por el entonces ministro de Defensa, James Kabarebe, abatió el avión del presidente Habyarimana. También ha negado públicamente y a todos los niveles que los militares instalaran a Paul Kagame en el poder en 1994, el año en el que accedió a la vicepresidencia hasta convertirse en presidente en el 2000.